Carlos Ramírez/Indicador político
* COATEPEC: CRIMEN MÁGICO
El mediodía de este martes 26 fue sepultado en el Panteón Xalapeño el tesorero del Ayuntamiento de Coatepec, Guillermo Pozos Rivera, quien había sido secuestrado desde la tarde del pasado viernes a la salida del palacio municipal de ese “Pueblo Mágico” y cuyo cadáver fue hallado anteayer en un paraje de la carretera estatal Jalcomulco-Tlaltetela.
Este repugnante crimen no sólo viene a corroborar lo dicho el domingo pasado por el vocero de la Arquidiócesis de Xalapa, el presbítero Juan Manuel Suazo Reyes –quien declaró que “aunque se dice que el índice de criminalidad está reduciéndose, esa es una percepción oficial, pero lo que la gente percibe es otra cosa, no percibe esa seguridad, no se siente realmente protegida y no siente esa confianza que hoy se publica”–, sino que, además, parece evidenciar también el alto nivel de impunidad con el que sigue actuando la delincuencia pese a los optimistas discursos gubernamentales e inútiles retenes policiacos que aparentan combatir la criminalidad.
¿Y es que cómo es posible que a plena luz del día, cuando el funcionario municipal se disponía a abordar su automóvil para ir a comer a casa, con su familia, unos maleantes lo “levantaran” a unos cuantos metros de la sede del Ayuntamiento, en pleno centro de la ciudad? Tal libertad para delinquir sólo refleja lo relajado del aparato de seguridad pública o los niveles de complicidad de las autoridades locales que permiten que los criminales hagan lo que se les plasca.
Hace más de cuatro meses, el 18 de abril de este año –también un viernes, aunque de noche–, el presidente de la Asociación de Periodistas Unidos de Coatepec, Alfonso Mora Chama, crítico sistemático de la actual administración municipal priista, fue víctima también de un “levantón”, cuyos agresores lo habrían interceptado y golpeado de la misma forma en que lo hicieron con el extinto tesorero Pozos Rivera, aunque al columnista nomás lo retuvieron alrededor de 12 horas en una casa de seguridad y le perdonaron la vida.
En su columna titulada “Espacio 13”, Mora Chama confirmó que sí fue levantado y que no fue confundido con otra persona. En su texto afirmó: “Sería hipócrita negar que no pasé temor cuando la desesperación llega a lo máximo, la angustia, el temor, lo que se piensa en eso momento, que todo finalizará en tragedia.
“Un levantón cuando caminaba por las céntricas y peligrosas calles de Coatepec, y sujetos, parecen ser chavos, me metieron a chingadazos a un auto, golpe certero en la nuca y a viajar hacia un rumbo desconocido para mí… para ellos ya perfectamente planeado, de acuerdo a lo que escuchaba… ¿Para acallar a Espacio 13? Jamás lo dijeron. ¿Simple robo…? Tampoco. La quincena ganada a pecho fue para ellos, los del levantón. ¿Pero con tanta saña y violencia?”
En otra parte del texto, Mora Chama comentó: “Desde luego que me duele, como a mi familia, este ataque cobarde por donde se le busque… este atentado a un ciudadano si se le considera un simple robo. A un periodista que señala y cuestiona pero no juzga… eso le corresponde al pueblo. Si fue un ‘levantón’ porque cuestionamos a los que ostentan el poder, les aseguramos: seguiremos en esta línea que no cambiaremos jamás… solamente nos picaron la cresta. Todos señalan hacia un mismo lugar: ‘Ahí está el causante del levantón’.
“Será este comentario el primero de varios que trataremos durante la presente semana, dando a conocer la continuación de las investigaciones de este ‘levantón’ a quien solamente ejerce un modesto trabajo de crítica y cuestionamiento que a ciertos personajes coatepecanos afecta, mencionando estos mediocres que lo hacemos porque queremos dinero… ‘Quiere negociar’, se dejó escuchar en este edificio de Coatepec.”
El columnista Mora Chama advirtió: “Sugiero a ese señor de poder que ordenó mi levantón, trate de cuidarme hasta lo imposible, porque además de estar señalado por la ciudadanía como el causante, lo critican y lo juzgan… mientras que las autoridades saben que de aquí en adelante suceda otro atentado en mi contra… sí actuaré en contra de él, sabiéndolo mi familia, mis hijos y mis colegas de verdad.”
El procurador general de Justicia del estado, Luis Ángel Bravo, ha prometido llegar a la verdad y hasta los responsables del crimen del tesorero municipal. El fiscal informó que existen varias líneas de investigación y que no se desestimará ninguna. Esperemos que así sea, pues han comenzado a correr diversas versiones: desde la presunta implicación de una guapa funcionaria municipal recomendada por un poderoso secretario de despacho del gabinete estatal hasta un popular personaje coatepecano que hace un par de años fue importunado en su domicilio particular por elementos de la Marina Armada que buscaban a uno de sus familiares más cercanos, el cual cuidaba presuntamente una cuadra de caballos de carreras propiedad de un cártel de Tamaulipas.