Carlos Ramírez/Indicador político
Ningún Yunes va ganando aún en Veracruz.
Veracruz no aburre ni aburrirá cuando menos hasta el próximo 5 de junio. No hay manera de que ocurra, es noticia nacional, un día es un secuestro o delito, inseguridad, en pocas palabras; luego, conflictos financieros, y después, quizá para rematarle, alguna lindura de los que buscan sacarse la «rifa del tigre» sucediendo a Javier Duarte de Ochoa.
De entrada, es mi obligación aclarar que debido a lo decepcionada que está la opinión pública veracruzana, la volatilidad de las preferencias electorales es el pan nuestro de cada día. El electorado en Veracruz responde, al menos para esta elección, como lo hacía el famoso canino del conductista Pavlov: al sonar la campana empezaba a salivar, pues sabía que venía su comida; el estímulo-respuesta a lo grande.
En un fenómeno muy particular, las noticias en los medios de comunicación nacionales están moviendo las simpatías en Veracruz, de tal manera que por momentos el candidato del PRI, Héctor Yunes Landa, escala algunas décimas de puntos, ocurriendo un día después lo mismo con su adversario, Miguel Ángel Yunes Linares; así de efímera está la preferencia electoral en el estado.
De esta manera, cada mala noticia de Veracruz en seguridad o finanzas que deciden replicar los medios nacionales, afecta las simpatías hacia Yunes Landa, pues no deja de ser, por mucho que intente marcar distancia, el candidato del partido en el poder. Sin embargo, Yunes Linares también se ha vuelto atractivo como sinónimo de escándalo nacional, más ahora con la aparición de su hijo en los nombres del «Panamá Papers», situación que en un estado lastimado por la corrupción, incide directamente en el voto.
Vámonos para atrás, respecto al manejo noticioso de los medios nacionales sobre Veracruz y su incidencia en la elección, justamente el pasado 31 de marzo escribí lo siguiente, en esta misma columna:
«Dado que Veracruz es el estado más rico en sufragios a disputarse el próximo 5 de junio, la intensidad política pudiera llevarlo a generar más escándalos de los habituales, por ello, el estudio al que tuve acceso considera que la tierra jarocha podría ser, cuando menos, durante dos meses y medio, la más abastecedora de notas periodísticamente interesantes para medios nacionales, claro, por su negatividad».
Y así seguirá ocurriendo con casos que sean o no responsabilidad del Gobierno de Veracruz, inciden en la decisión del voto. Ahí tenemos las manifestaciones por inseguridad en Minatitlán, Los Porkys, desaparecidos en Papantla, los jóvenes de Tierra Blanca, señalamientos de corrupción por parte de la Auditoría Superior de la Federación, el nombre de Omar Yunes en los «Panamá Papers», los evidentes lujos de Yunes Linares, más lo que se acumule en los próximos quince días, «para no irnos tan lejos».