¿Supremacía constitucional o supremacía dictatorial?
Los otros partidos
Mucho se ha escrito y especulado sobre quién podría adjudicarse la candidatura del PRI-Verde (y los partidos pequeños que se sumen) para la minigubernatura. Se platica y comenta respecto a quién tiene mejores relaciones en el centro del País; quién «se lleva» con tal o cual Secretario Federal; quién cuenta con el visto bueno del Gobernador; quién se la merece; quién ya se emberrinchó… quién ya negoció. Lo cierto es que por centrar la mirada mediática en el aspirante oficial, descuidamos los que habrán de buscarla por la oposición, y ahí también hay dos que tres «gallitos» muy peleoneros.
Pensemos en el PAN, claro está que habrá de buscarla el diputado Juan Bueno Torio; el diputado local Julen Rementería, el eterno aspirante a la gubernatura de Veracruz, Miguel Angel Yunes Linares, o incluso, si no fuera él, uno de sus hijos, quien por razones de jerarquía, podría recaer en el Senador Fernando Yunes, aunque en una de esas se cuela el actual alcalde de Boca del Río, Miguel Ángel Yunes Márquez. La historia electoral suele darnos muchas lecciones, y como lo he comentado en otras entregas, para competir actualmente en las elecciones se deben buscar alianzas. Es sencillo, partido que no se alía, pierde, y en esto, el PAN tiene experiencia de sobra en los últimos procesos locales y federales.
Derivado de los resultados en el último proceso electoral, la opción de la izquierda en Veracruz se centró en Morena. El partido de Andrés Manuel López Obrador fue la gran sorpresa electoral, posicionándose como la tercera fuerza política del estado, y por supuesto, con un factor de crecimiento amplio en la simpatía de los ciudadanos para los próximos 12 meses, en plena renovación de la gubernatura, qué oportuno.
Con la etiqueta de ser ahora la primera fuerza política de la izquierda en Veracruz, Morena ha manifestado tener al menos tres aspirantes a la gubernatura en los nombres de la diputada electa por Coatzacoalcos, Rocío Nahle, además de Manuel Huerta y Cristopher Servín. Estos nombres, por sí solos no ganarían una elección para gobernar Veracruz, Morena tampoco puede «escupir al cielo», pero si se une a otro partido opositor el panorama podría cambiar, sobre todo, llevando como bandera a un candidato con mayor nombre.
Ahora pensemos en el PRD, cuya fuerza se vio dramáticamente disminuida en el País, y por supuesto, en Veracruz. Hoy, el partido del Sol Azteca perdió su etiqueta de opción mayoritaria de izquierda, convirtiéndose en un satélite político que debería buscar aliarse con Morena o el PAN para sobrevivir, de otra manera, estaría siguiendo el camino del derrotado Partido del Trabajo.
En el PRD no hay nombres claros hacia la gubernatura de Veracruz. Su crisis es tan fuerte que podría verse destrozado en la elección del próximo año. Los nombres y apellidos del PRD serán aquellos que elija Morena, o incluso, el propio PAN.
Mención aparte merecen las candidaturas independientes, de las cuales me he ocupado bastante en entregas anteriores, y es ahí, en la trinchera de los que se quieren ir «por la libre», donde el PRD y Morena pueden encontrar a su candidato, ofreciéndole una estructura partidista y presupuesto de apoyo. Las cartas están sobre la mesa, quién pierde, quién gana, quién desaparece y quién sobrevive, pronto lo sabremos.