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TIERRA BLANCA, Ver., 15 de enero de 2016.- Nuestro temor es que los quieran vincular con el crimen organizado para defender a los policías, dijo Columba Arróniz González, madre de Bernardo Benítez Arróniz, quien desapareció el pasado lunes alrededor de las 11:30 horas en este municipio, luego de una revisión de elementos de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP).
De acuerdo con la desesperada madre, su hijo, junto con otros cuatro jóvenes, que, dijo, mantienen un parentesco familiar, se dirigían al municipio de Playa Vicente, destino final luego de pasar un fin de semana en el puerto de Veracruz, cuando fueron interceptados por una patrulla con cuatro elementos de la Policía Estatal para detenerlos por supuestamente conducir a exceso de velocidad.
Consideró que ha existido una desatención total de las autoridades estatales para brindarles información sobre el caso de sus hijos, pues hasta el momento todo lo que conocen de los avances de la investigación ha sido a través de los medios de comunicación, y temen que al acercarse el fin de semana no se tengan más datos.
«Nos dijeron que andan algunos grupos (en búsqueda de los jóvenes), pero así que digan ‘vengo de parte del procurador, del fiscal, no’; no sé a quién deban de mandarnos y nos diga que por lo menos están haciendo algo, investigando algo. Necesitamos saber, esto es una desesperación porque no se perdieron cinco naranjas, se perdieron cinco seres humanos».
Cuestionada sobre si existen indicios de que sus hijos pertenezcan a alguna banda del crimen organizado o si estaban coludidos con alguna, Columba Arróniz negó que su hijo y los demás desaparecidos sean delincuentes, y aunque eran jóvenes desempleados, colaboraban en actividades productivas con sus padres, pues al haber egresado recientemente de sus estudios universitarios, estaban buscando trabajo.
«Él tenía 25 años, trabajaba con su papá, somos comerciantes allá en Playa Vicente y yo soy maestra. Bernardo terminó la carrera en Xalapa hace dos años. Como un muchacho de su edad, pues sale a pasear, tiene sus amigos, sin problemas con nadie. Desde que mi hijo nació, decirle que anda en problemas, nada, es muy amiguero, muy sociable y todo; fueron a pasarse un bonito fin de semana a Veracruz, pero tuvieron la desgracia de pasar por la carretera federal y ser abordados por una patrulla».
El último contacto que tuvieron con los jóvenes, recordó, fue una llamada que un conocido hizo al momento de la revisión de los elementos policiales, quien notó ciertos movimientos raros, por lo que decidió seguirlos y constatar que se desviaron del rumbo hacia Playa Vicente; intentó comunicarse nuevamente, pero la llamada ya no logró entrar.
«En los videos está cómo a la hora regresa la misma patrulla, ya con el carro rumbo a Veracruz, y el carro aparece en Paso del Toro y está estacionado perfectamente bien y no se ven indicios de sangre y está con los vidrios cerrados y estacionado bien. Pero fue a las dos de la tarde que vimos que no llegaban y los empezamos a buscar y los otros muchachos ya mandaban directo a buzón y entonces los papás se vinieron para preguntar en las tienditas, en la carretera y en la gasolinera donde les dijeron que sí los habían visto, pero ya tienen miedo de declarar».
Por último, mencionó que como madre siente impotencia y decepción de que las autoridades estatales no den la cara para informar los avances de la investigación, pues «yo creo que son padres de familia y deben de saber que lo que más queremos en el mundo son nuestros hijos».
Enviado Especial