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XALAPA, Ver., 31 de agosto de 2015.- Durante más de cuatro años y medio, Pedro Manuel Mávil Martínez, habitante de Xico, ha vivido el calvario de no saber nada sobre su joven hija Gemma Mávil Hernández, quien fuera secuestrada con la promesa de ofrecerle trabajo en Xalapa el 3 de mayo de 2011.
Esto a pesar de que la Procuraduría General de Justicia del Estado, hoy Fiscalía General del Estado (FGE), logró capturar y consignar ante un juez a uno de sus dos secuestradores, ya que durante las investigaciones realizadas por la Unidad Especializada para el Combate al Secuestro (UECS), uno de los autores materiales murió infartado y el único implicado por estos hechos goza de total libertad al conseguir un amparo de la justicia federal.
Durante la marcha realizada en calles de Xalapa por integrantes del Colectivo por la Paz, en el marco del Día Internacional de Víctimas de Desaparición Forzada, Mávil Martínez recordó que aquel 3 de mayo, por la mañana su hija le pidió prestados 50 pesos para ir a Xalapa, ya que acababa de recibir una llamada en su celular donde le ofrecían una entrevista de trabajo, por lo que desde muy temprana hora salió de su domicilio sin imaginarse que ya no volvería a casa.
La joven profesionista, quien estudió la licenciatura en Administración de Empresas, acudió a la cita a unas cuatro cuadras de Palacio de Gobierno, mientras su padre realizaba algunas compras en Coatepec, pero ya no se supo más de ella.
Pedro Manuel Mávil mencionó que al regresar a su domicilio horas más tarde, cerca de las 13:30 horas, le llamaron a su celular y al contestar escuchó una voz femenina que le informaba que su hija estaba secuestrada y que si quería volver a verla con vida tendría que pagar un millón de pesos por su rescate.
La de la voz lo comunicó tan sólo unos minutos con su hija y luego se cortó la llamada, por lo que, sin éxito, intentó contactar a Gemma Mávil entre amigos y conocidos.
Indicó que las llamadas para exigir el pago por su rescate continuaron y que ante esta situación, y desesperado por no saber nada de su hija, acudió a las instalaciones de la ya desaparecida PGJ, donde fue atendido en primer término por el licenciado Enoc Maldonado Caraza, uno de los asesores del entonces fiscal Reynaldo Escobar Pérez, a quien hizo saber el motivo de su presencia.
Al comenzar a dialogar con el ex Procurador del Estado recibió una nueva llamada de los captores, quienes exigían el pago de un millón de pesos o de lo contrario tomarían represalias contra su hija, por lo que el fiscal y sus asesores lo exhortaron a interponer la denuncia penal ante el Ministerio Público; con ayuda de uno de sus hijos continuaron la búsqueda de sin lograr información.
Una vez interpuesta la denuncia de hechos ante la autoridad correspondiente, el 4 de mayo nuevamente lo contactaron los secuestradores para conocer si ya había reunido el dinero especificado para el rescate, y respondió que sólo había logrado conseguir una cantidad mínima vendiendo algunas pertenencias y con apoyo de conocidos y familiares; los secuestradores le respondieron que les hiciera entrega del dinero en el parque de Los Berros, para que liberaran a su hija.
Con este antecedente, la UECS montó un operativo en dicho parque que llevó a la captura de dos de los presuntos secuestradores cuando pretendían cobrar el rescate, y fueron llevados a las instalaciones de la PGJ para su declaración ministerial, durante este lapso uno de ellos murió infartado.
El otro sujeto, durante su declaración, no aportó mayores informes sobre el paradero de su hija, y desde ese momento se cortó la investigación que hubiera permitido ubicar a la joven Gemma Mávil.
El proceso penal en contra de este individuo continuó y a pesar de haber sido consignado ante un juez, este sujeto obtuvo su libertad meses después, con un amparo de la justicia federal, por lo que a la fecha nada se sabe de su paradero.
Pedro Manuel Mávil dijo que durante las investigaciones para ubicar con vida a su hija se pudo conocer que había un tercer implicado en el secuestro, pero hasta la fecha la ahora FGE nada ha hecho para ubicarlo y capturarlo.
El padre lamentó este hecho, pues su hija de 29 años tenía una vida por delante, por ello se pregunta por qué le sucedió esto a Gemma, a su familia, si carecen de recursos económicos, además de que son de buenos principios, honestos, trabajadores del municipio de Xico, donde son ampliamente conocidos.
Explicó que los presuntos autores materiales del secuestro de su hija podrían haberla conocido, además comentó que el único consignado negó los cargos en su contra, y le fueron respetados sus derechos; también, asesorado por sus abogados, no informó nada, y no se sabe nada de su hija, a dónde la llevaron, quienes más intervinieron en el secuestro.
Pedro Manuel Mávil se dijo lastimado, pues desde el secuestro de su hija ha vivido un calvario bastante pesado, pues los daños colaterales son tan fuertes en el aspecto moral, de salud, religioso, económico, ya que a raíz de eso ha dejado de laborar.
Esto le ha afectad psicológica, moral y físicamente porque su esposa se encuentra mal de salud, su familia desintegrada y en su casa ya no se escucha música, no se vive, no se festeja, no se ríe, no se convive, al contrario, todo es oscuridad, sienten que están en un hoyo, pues lamentablemente no han sabido nada de ella a raíz del secuestro y desaparición aquél 3 de mayo de 2011.
A casi cinco años de la desaparición, exige a las autoridades que se dediquen realmente a buscar a su hija, pues ya son muchas las investigaciones ministeriales, y que se apeguen al Plan Nacional de Búsqueda de Desaparecidos y les demuestren con pruebas que efectivamente ya están agotados los protocolos para dar con cada uno de los que han perdido un familiar.
Para concluir, aseguró que seguirá en pie de lucha hasta que dios le dé el último suspiro de vida, hasta encontrar a los desaparecidos, en especialmente a su hija; comentó que nunca ha perdido la esperanza de encontrarla con vida, pues como padre intuye que ella por su profesionalismo, por su capacidad intelectual, está siendo aprovechada para hacer trabajos contra su voluntad, por lo que espera que algún día dios toque los corazones de las autoridades y de las personas que la tienen y que le haga el milagro que tanto han esperado.