
Bernardo Gutiérrez Parra/Desde el Café
Las escaramuzas simuladas de la flota estadounidense en las costas cercanas de Venezuela, son una vez más, los malos presagios para la paz mundial.
Aunque, el pueblo venezolano les va a agradecer el fin del dictador Nicolás Maduro, que dicen que es de origen colombiano, y quién fue protegido de Hugo Chávez, para alcanzar el poder y acabar con la economía y recursos de un país que antes fue rico, con gente feliz y exitosa.
Y es que antes de la llegada de Chávez y Maduro, Venezuela fue un país con alta producción petrolera, número uno en los certámenes de belleza de sus mujeres, con una televisión comercial altamente productiva de programas para todo el mundo y acabaron con la libre empresa.
Hasta las empresas mexicanas en aquél país, tuvieron que salir por la decisión de Chávez de quedarse con el patrimonio de las empresas privadas para llevarlas a la quiebra.
Venezuela, tiene a toda una población de lucha en contra de la dictadura de Nicolás Maduro, que tiene a toda la gente con hambre y necesidad de los alimentos y productos básicos.
La economía colapsada en una crisis inexplicable, por lo que el exilio y migración a otros países a sido la mejor salida de sobrevivencia para millones de personas que destacan por ser altamente capacitados para el trabajo en diversos oficios y profesiones.
Sin desestimar que entre lo mucho de las buenas personas que encuentran acomodo en las diferentes naciones que les ofrece el apoyo, también se han registrado algunos problemas con grupos delictivos.
Así es, que la respuesta falaz de Nicolás Maduro, de supuestamente convocar al pueblo a las armas para repeler una agresión, la gente obligada por la dictadura hace una simulación del llamado a millones a defender el territorio, cuando en la realidad no van a meter las manos y poner en riesgo su seguridad por una auténtica causa perdida con el personaje que los tiene viviendo con miedo, hambre y en la miseria, además sin un Estado de Derecho, que es el espejo de otros países latinoamericanos.
“Me estás oyendo inútil”, diría Paquita la del Barrio en Cuba, Nicaragua, Argentina y a otras naciones que viven y padecen a los gobiernos que como la canción, no son de aquí, ni de allá. Andale. Así las cosas.