
Carlos Ramírez/Indicador político
@pablojair
+ La droga zombi que circula por las calles.
Se está tardando Adán Augusto en pedir licencia
–Chopenjawer
El pasado 14 de julio, la gobernadora Rocío Nahle García informó en conferencia de prensa sobre la detención de las personas que estarían involucradas en el lamentable homicidio de José Antonio Miranda García, proyectista de la Comisión Estatal de Atención y Protección a los Periodistas (CEAPP).
Habló que se trataba de una banda de “goteras”, apodo con el que se le conoce a personas que operan en restaurantes y bares, quienes agregan ciertas sustancias a bebidas para drogar a víctimas y robarles.
“Hay una investigación muy fuerte, muy detallada (…) Están haciendo una investigación muy profunda la fiscalía, porque es como una red que se mueve aquí en Xalapa”, comentó la mandataria estatal.
Hace unos días, una fuente que pidió el anonimato (por razones obvias) contactó a este columnista para confesar que también fue víctima de esta banda y que tenía identificados a los presuntos involucrados.
Que los detenidos sólo son la mitad de dicha célula criminal e indica que “son peligrosos”.
De acuerdo a la información proporcionada, esta banda incluye a toda una familia (hermanos y primos) que vive en Xalapa. Que no sólo se dedican al robo y a las “gotas”.
Incluso, dice, una familiar de los detenidos funge como socia del bar llamado “El Mixteco”, cuyo dueño es presuntamente el señalado como líder de “Las Goteras”, llamado Ángel “N”, alias “Pelón”.
Según el modus operandi relatado por la fuente, usan a mujeres para hacer la operación, apoyándose en un taxi que “Pelón” estacionaba afuera del lugar donde cazaban a sus potenciales víctimas. También usaban la moto de un repartidor que estaría entre los detenidos, identificado como César “N”, quien también fungía como parte de la seguridad de las “goteras”.
Una de las detenidas, Ana María “N”, apodada “Lucy”, es encargada de enganchar a los clientes.
“Si no ‘caían’ dentro del bar, si se veían ‘intensos’, los seguían en taxi o en moto. Ese motorepartidor es uno que opera siguiendo a clientes. El taxi era para subirlos y llevarlos al hotel o para sacar la mercancía de las casa luego de que dormían a los dueños”, comenta.
“Ellos saquean las casas, las vacían y se las venden a la gordita que ya está detenida”. (La fuente se refiere a Esther Berenice “N”, con quien supuestamente venden las cosas robadas).
La situación se agrava porque la fuente habla de que estarían involucradas personas (de identidad reservada por cuestiones legales) encargadas de reclutar a jovencitas y con presuntas ligas a la delincuencia organizada instalada en Xalapa, Veracruz y Tlaxcala, estado donde se sabe que hay toda una industria de la trata de mujeres.
El caso, se dice, podría agravarse porque podría haber más víctimas, incluso mortales, ya que este tipo de casos se conocen poco y nadie denuncia. Según la fuente, “si se sabía que moría alguien, se encerraban un mes o 20 días”.
La fuente asegura que son varias.
Por lo pronto, se sigue esperando justicia para el compañero de CEAPP y que se den con estos maleantes. En el caso, se sabe, está muy metida la Fiscalía General del Estado.
ÚNICA NOTA PARA PEGAR EN EL REFRI: Que unas de las sustancias que anda corriendo sin control por las calles es la Xilacina, también conocida como “Droga Zombie”, y que se trata de un sedante veterinario. Anoche, regresando a Xalapa, nos encontramos sobre una jardinera de la avenida Murillo Vidal a uno de estos “zombies”, acostado y pataleando… Si no detienen esto, vamos a terminar con escenas como la de varias ciudades en el gabacho.