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La mano peluda de la política nacional
La influencia del poder detrás de la silla o con la frase clásica de “la mano que mece la cuna”, propicia el desgaste mayor de Morena en pleno declive y en un daño severo a la imagen de la presidenta Claudia Sheinbaum, que lucha por poner orden en la casa, luego de los excesos y el desastre financiero, de seguridad, salud, educación y del pasado de ausencia de apego a la legalidad.
Más todo lo que provoca la crisis que generan desconfianza a los temas legislativos aprobados en materia de comunicaciones, y lo demás, que no es lo que se ve, pero la gente siente que se extrema la vigilancia silenciosa en perjuicio de la vida de todos los ciudadanos en general, más la censura a medios de comunicación y de personas que disfrutan de polemizar en las redes sociales como un gran peligro y riesgo.
Los efectos de la supuesta sombra de AMLO, que como un fantasma chocarrero anda en palacio nacional, gobiernos estatales morenistas y en todo el ámbito gubernamental y de la política, es algo que pretende ostensiblemente demostrar que se sigue dirigiendo la política nacional, sin estar presente.
Aunque, juró del retiro de la política, sigue sin estarlo en forma de facto, desde los sótanos del poder, se percibe que el “ego” del tabasqueño, que con el supuesto control de los hilos pone en riesgo a la 4T y al propio Morena, que la tiene la difícil en los retos electorales para el 2027 y el 2030.
Y que lo que viene no es ni será culpa de la presidenta Claudia Sheinbaum enfrentada a un gran ataque mediático por lo mismo.
La mano oculta de quién se presume anda haciendo lo suyo en la política nacional, ocasionando ruido y la molestia mediática, aunque a los millones de mexicanos les vale su presencia o no en la vida política, cuando disfrutan de la luna de miel con Claudia Sheinbaum y de que en tiempo y forma se les sigan pagando todos los programas del bienestar.
Los nombramientos de los personajes más odiados en el país, que se encumbran de nuevo con el afán de demostrar de quién manda a pesar de las circunstancias, son parte de la nostalgia de lo que se fue , pero sigue.
La presidenta Claudia Sheinbaum, sigue luchando por encauzar su propio mandato, y sin duda que en algún momento tendrá que darse el deslinde y el desmarque de quién se muestra que tiene el manejo y control de los hilos de la política mexicana.
Y es que en todo, la mano que mece la cuna se percibe presente y quitar los efectos del fantasma de AMLO, será parte de lo que próximamente sucede, sin duda alguna.
Por eso, el efecto distractor del llamado “doctor muerte” Hugo López Gatell, nombrado representante de México ante la OMS en Ginebra, Suiza, es parte de lo que genera un malestar colectivo peligroso con el autor de la frase de los “abrazos y no balazos”.
Todo esto, lo que genera es desconcierto, desconfianza y hasta repudio a lo que sucede, y que repercute en la gobernabilidad en tiempos de la presidenta Claudia Sheinbaum, a la que no dejan gobernar y se la pasa en las conferencias mañaneras del pueblo, desmintiendo todo lo que se registra y afecta al país en un desgaste innecesario.
Y como diría la gobernadora Rocío Nahle, con su histórica frase de “allá ellos”, que ya quedó en un clásico de la política en el solar veracruzano innegable.
Y el más claro ejemplo de todo esto, fue lo que vivió don Luis Echeverría Alvarez, que disfrutaba como expresidente que fueran grandes comitivas a visitarlo a su casa, aunque ya no tenía fuerza ni para poner al policía de su colonia.
Acá la realidad es que el 90 por ciento de las tribus morenistas son fieles y legales a AMLO y a nadie mas.
Ese es el debate y el enigma por descifrar. Andale. Así las cosas.