
Gabriel García-Márquez/Sentido común
La Universidad Veracruzana debe ser factor de desarrollo social y productivo para la entidad y el país.
El contador Carlos Manuel Aguirre Gutiérrez, ex rector de la Universidad Veracruzana, habla en exclusiva para Cosmovisión, en torno al problema que se registra en la sucesión de la rectoría.
Dice: “Que se aplique la legalidad y que se respete el Estado de Derecho, porque no deben afectar a las instituciones públicas y más con una universidad creada por el Estado para la justicia social y abierta a todos a qué mediante la superación personal se acceda al campo del conocimiento con una visión de cambio, de transformación en favor de las familias que aspiran a salir adelante con un claro compromiso de apoyo a otras generaciones”.
La universidad pública no debe ser clasista , y no es botín de nadie, por eso se debe respetar como una institución pública que es garantía de superación para las actuales y futuras generaciones.
Desde la época en que fue rector en tiempos del gobernador Agustín Acosta Lagunes, se logró la homologación del personal académico y al término de su mandato dejó un superávit de mil 500 millones de pesos, más 300 millones de pesos autogenerados.
Destaca, que la educación superior es básica del desarrollo de un pueblo, por eso se requiere de cultura de transparencia y el principio de conciencia de que “No somos dueño de lo público”.
Reconoce a la gobernadora Rocío Nahle de que está haciendo lo correcto muy al pendiente del tema y que por eso cuenta con todo un equipo de colaboradores que la mantienen informada de la problemática y que está por el respeto de la autonomía de la UV.
“Veo una lucha de poder y la UV no es botín de nadie, por eso debe evitarse una disputa interna que desprestigia a la institución y afecta al presente y futuro de sus egresados por incursionar en el campo laboral.
La autonomía debe entenderse en el aspecto académico, porque la institución tiene sus órganos de fiscalización interna que revisan su desarrollo y cumplimiento de compromisos sociales y financieros, “lo otro es para robar y eso se debe de acotar de quienes no respetan la legalidad y se pretende darle un título de botín político o económico”.
“Ya hay que pensar en un país sin corrupción, no entendemos que las nuevas generaciones son otras y su mentalidad no es la de nuestros abuelos y de nuestros padres, el mundo cambió y eso se debe entender”, expresa Aguirre Gutiérrez.
Considera que, las generaciones de hoy y del futuro opinan, piensan y actúan, porque en la Era Digital con las nuevas tecnologías se demuestra el cambio de paradigma, porque los jóvenes tienen acceso de forma abierta a toda la información a su alcance.
Los que no entienden y respetan el tiempo, les pasa lo que a Porfirio Díaz, de que no supo darse cuenta de que la historia lo alcanzó cuando el destino, lo puso en el peor lugar, cuando se pasó del tiempo y en el poder al no aceptar que el cambio es necesario y nadie puede ser eterno, en un mundo cambiante y dinámico.
Los que no entienden los cambios y los ciclos, van en contra del propio destino y terminan mal en principio por no entender y aceptar la realidad. Esto es para todo en la vida.
La sucesión en la UV debe darse en el campo de la legalidad, porque están en riesgo el prestigio y los muchos logros de una lucha de ochenta años por la institución pública de educación superior que está diseñada para todos los jóvenes que sin clasismo se pueden superar mediante el esfuerzo de trabajo y estudio.
Y los que tienen ambición de poder de lucro y de riqueza que se dediquen a sus negocios personales y no alteren el orden y la legalidad de una institución de educación superior creada por el Estado con una visión plural y democrática.
Lo que significa respeto al marco jurídico y legal, lo demás es estar fuera de la ley y si no actúan en consecuencia, la situación empeora y les sucede como a don Porfirio Díaz, cuando no se respeta al tiempo y el campo legal, luego viene el arrepentimiento, pero es demasiado tarde.
Es importante que entiendan a tiempo, de que no deben afectar el derecho a la educación superior de los jóvenes. Andale. Así las cosas.