
Raúl López Gómez/Cosmovisión
+ Claudia parece deslindarse de la CNTE
+ Dialoga con el SNTE y da alza histórica
+ En problemas medio equipo de Marina
Ayer hubo varias definiciones.
El gobierno de Claudia Sheinbaum decidió, ojalá de manera definitiva, dar la espalda al chantaje mediante el cual el magisterio rebelde ha extorsionado sexenio tras sexenio.
Privilegió, en cambio, una negociación ardua iniciada desde febrero cuando el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) presentó su pliego petitorio.
-Buscamos un incremento histórico -dijo en esa ocasión el secretario general Alfonso Cepeda Salas– como lo ha pedido la base trabajadora tras una larga consulta en secciones y centros de trabajo.
Multitud de reuniones con secretarios de Estado –Mario Delgado, Edgar Amador Zamora– para ver hasta dónde alcanzan los recursos públicos para beneficiar a cerca de dos millones de maestros.
Al final la presidenta Claudia Sheinbaum autorizó y anunció un incremento histórico: nueve por ciento de incremento retroactivo al 1 de enero y a partir de septiembre un punto más para alcanzar 10 por ciento.
Todo esto sin demérito del programa de basificación, el cual seguirá adelante con la idea de terminar con los eventuales y las contrataciones por ciclo, y estímulos adicionales como ampliación de vacaciones.
HERIDAS EN EDUCACIÓN
El anuncio se hizo mientras la calle se agitaba.
¿Con quiénes?
Con los de siempre, con quienes han postrado a generaciones enteras en las entidades más atrasadas en materia educativa, destacadamente Oaxaca, Guerrero, Michoacán y Chiapas.
Como titular del contrato colectivo de trabajo reivindicado por el Estado, el dirigente gremial Alfonso Cepeda Salas mandó un mensaje ineludible para la disidencia:
“A los compañeros y compañeras que impulsan medidas como el paro de labores, les decimos con respeto, pero con firmeza: entendemos su indignación, coincidimos con sus demandas, pero no compartimos sus métodos de lucha”.
Con esas acciones afectan “a nuestros estudiantes; más que una medida de presión sobre el gobierno, es más una herida a nuestras comundiades educativas”.
Esta definición laboral debe llevar a deslindes sindicales y políticos del gobierno con un movimiento tradiconalmente aliado en aspectos electorales pero de espaldas a la nación.
MARINA SE HUNDE MÁS
Las investigaciones de Estados Unidos no se detienen en la gobernadora Marina del Pilar y su esposo Carlos Torres, eltodopoderoso en el gobierno bajacaliforniano.
Lo sufrió en carne propia uno de los opositores de Torres, encargado de proyectos y por cuya oficina anexa a la gobernadora pasan todos los asuntos importantes del gobierno estatal.
Rodrigo Llantada Avila, hombre de confianza de Torres,ex dirigente del CCE en Mexicali y secretario general del Ayuntamiento, fue detenido en la revisión secundaria e interrogado durante horas.
El lo niega, pero varias agencias dan testimonio de ello.
Una de las líneas de investigación remite a dueños de maquiladoras, quienes han denunciado en Washington extorsiones y presiones por altos funcionarios y supuestos prestanombres de la pareja gubernamental.
Ahí se encuentran empresarios y funcionarios de distintas dependencias, cuyos nombres forman parte de las indagatorias y por ahora no pueden acudir sin temor ante las autoridades migratorias estadunidenses.
Lo peor para Marina del Pilar es haber involucrado a su ex secretaria particular y actual senadora Julieta Ramírez Padilla, a quien ella quisiera heredar el Palacio de Gobierno de Mexicali.
Ah, por cierto, la legisladora ya no está tan activa en redes sociales y ella sabrá por qué.