
Felipe de J. Monroy/La despedida al pontífice anti fronteras
Ha pasado algún tiempo, siete años quizá, en el que se estuvo denunciando desde la Cámara de diputados, la precariedad de las leyes que defienden los valores mexicanos y se referían en especial a los pueblos indígenas que con sus extraordinarias artesanías han dado gloria a México. No por algo se están creando programas especiales para impulsar ese trabajo creativo pero al mismo tiempo defenderlo. Sobre todo del robo de diseños de parte de empresas extranjeras. Ahora, en el mes de abril del 2025, se denuncian esos robos multiplicados de aquellos que se trataron en el 2018, que han aumentado de muchas maneras. En esa ocasión escribí una crónica con título parecido al de hoy, en la que se sostiene que las quejas venían, como ahora, principalmente de Oaxaca, de donde salen las más inspiradas artesanías del país de sus lozas y sus bordados extraordinarios.
IMPORTANTES DISEÑADORES ROBAN LOS DISEÑOS A INDÍGENAS DE MÉXICO
Descarado el robo de valores denunciado por el diario La Jornada en su edición del 23 de abril, en la que se sostiene que “entre 2012 y 2025 al menos 31 marcas o diseñadores internacionales y uno que otro nacional, se han apropiado de diseños, iconografías, o prendas tradicionales de culturas originarias de nuestro país, con lo que se suma a la fecha 41 casos documentados”. Las grandes empresas entre las que se mencionan a Christian Dior, Louis Vuitton, Carolina Herrera, Ralp Laurent, Zara, Mango, entre otras, se destaca que utilizan diseños robados para crear sus mercancías sin dar el crédito pertinente, mucho menos pagarlo. De aquella crónica de 2018, cuyo título había encabezado antes en el de un libro, (Robar el alma, Groppe 2018), se ha hecho poca justicia en lo denunciado, y por el contrario, los casos han aumentado.
LES ROBAN EL ALMA A LOS PUEBLOS Y TODAVÍA LOS DEMANDAN POR PLAGIO
¿Que se puede hacer cuando algún mercachifle le quiere robar el alma a un pueblo? Recuerdo que publiqué sobre la sorprendente demanda que la empresa francesa Antiqué Vatic y su diseñadora Isabel Marant presentaron contra el pueblo de Santa María Tlahuiltoltepec de la Sierra Mixe de Oaxaca, como algo que cuesta creer. No solo se habían plagiado sus bordados, los patentaron y de paso acusaron a los indígenas, ¡de plagio!. Los pájaros les tiran a las escopetas. A tal grado han llegado los emisarios del neoliberalismo que no solo invaden, roban, destruyen, sino que ni siquiera ponen el límite a las tradiciones, las esencias de los pueblos, su espíritu volcado en sus creaciones, y quieren arrancar de cuajo los valores más profundos, para aniquilarlos. La abogada oaxaqueña Beatriz García López me dijo que en un viaje a París, se quedó sorprendida cuando vio una tienda de artesanías oaxaqueñas y michoacanas, que no tenían la más mínima referencia a su origen. Se las habían plagiado. Los habitantes de la sierra mixe han denunciado que en muchas ocasiones han querido proteger sus hermosos bordados y se han topado con el muro de la burocracia y la indiferencia oficial, que se convierten de esa manera, en cómplices de los extranjeros que vienen a robar. No es para creerlo, pero México con su enorme riqueza y aporte, sólo tiene escasas denominaciones de origen y sobre las marcas colectivas, que son las que tratan de inscribir organismos, pueblos y comunidades, se acumulan años de trámites y obstáculos, que la gente sencilla de los pueblos desiste de seguir. Los extranjeros, en cambio, se escudan en convenios internacionales y con toda facilidad se roban diseños, sabores, componentes alimentarios, recetas ancestrales. Con los programas que está planteando el actual gobierno y el apoyo a indígenas y afromexicanos, las cosas pueden cambiar.
ABUSOS COMETIDOS CONTRA INDÍGENAS, SUS POETAS LOS HAN DENUNCIADO
Recuerdo alpoetaMacario Matus (1943-2009), cuando siendo director de la casa de cultura de Juchitán, miraba silencioso a los alcaravanes que estancados en una sola pata, delineaban el jardín del patio. Ahí había escrito en el pasado, Palabra desnuda ( Serie Iguana verde, edición de la Casa de Cultura del Istmo 1977), en la que describe, transido, los horrores que han vivido los pueblos indígenas no solo en los robos que estamos mencionando, sino en todos los abusos y la sangre que han tenido que pagar algunos como los de Juchitán, por su rebeldía ante el sistema político del PRI, que por largas temporadas masacró a su mejor gente. De ese poemario trascribo el primer párrafo del quinto poema de Palabra y papel, para describir a los mercachifles que ahora les roban su alma a los pueblos indígenas.
Sobre la palma de la mano miro el vuelo de los buitres