Raymundo Jiménez/Al pie de la letra

* EDILES Y DELINCUENTES

Hace cuatro días, en el vecino estado de Puebla sucedió un hecho inédito: los hermanos Uruviel y Giovanni González Vieyra, alcaldes de Chalchicomula de Sesma y Tlachichuca, respectivamente, así como su padre Ramiro González, fueron detenidos por agentes de la Fiscalía General de esa entidad, acusados de extorsión, lavado de dinero y asociación delictuosa. Y un tercer consanguíneo, Ramiro González Vieyra, también presidente municipal, pero del ayuntamiento poblano de San Nicolás Buenos Aires, se dio a la fuga debido a que los pobladores evitaron su captura.

El operativo se ejecutó el pasado viernes alrededor de las 8 horas, cuando efectivos de las secretarías de la Defensa Nacional y Marina, encabezados por agentes de la Fiscalía estatal, arribaron al rancho propiedad de los hermanos González Vieyra, en Chalchicomula, en el oriente de la entidad, en los límites con Veracruz, y tras varios cateos los capturaron; además confiscaron escopetas y aves exóticas.

Uruviel, Giovanni y su padre fueron llevados a las instalaciones de la Fiscalía Especializada en Secuestro y Extorsión, donde se aplicó un dispositivo de seguridad, en tanto se definía su situación jurídica.

Los hermanos González Vieyra fueron postulados por Movimiento Ciudadano a dichas alcaldías; incluso Uruviel es cercano a Fernando Morales Martínez, ex dirigente estatal del partido naranja e hijo del exgobernador priista Melquiades Morales Flores.

Ese mismo día, en otro operativo, los agentes de investigación y militares también intentaron detener a Ramiro González, munícipe de San Nicolás Buenos Aires, pero pobladores dispuestos a enfrentarse con las autoridades, lo defendieron y logró escapar.

Entrevistado sobre estos hechos, el gobernador morenista de Puebla, Alejandro Armenta Mier, confirmó los cateos, pero señaló que se trataba de un caso de la Fiscalía General de la República (FGR), remitiendo a los reporteros a este organismo autónomo federal.

Según publicó el diario La Jornada, desde hace por lo menos medio año se reveló que Uruviel González y otros familiares, al parecer tenían vínculos con organizaciones del crimen organizado, secuestradores y extorsionadores, y que estaban involucrados en el robo de combustible, por lo que ya se esperaba que liberaran órdenes de aprehensión en su contra.

El edil de Tlachichuca era el más popular de los detenidos, pues gobierna el municipio más grande, y en junio pasado volvió a relegirse. Ya había gobernado de 2014 a 2018, y su padre, Ramiro González, igualmente fue presidente municipal de la misma demarcación años atrás.

En Veracruz también se sabe de alcaldes y familiares que están vinculados a grupos delictivos, los cuales suelen financiar sus campañas electorales o intimidar y hasta eliminar o desaparecer a sus contendientes de partidos rivales.

Hay un reciente caso de este tipo de complicidades que trascendió la semana pasada. El jueves 6, el exdirector de Seguridad Pública del municipio de Teocelo, Taurino Enrique Landa Luna, acusó públicamente que la síndica de ese ayuntamiento, Daniela Villegas Olmos, está presuntamente involucrada en el narcomenudeo, motivo por el que fue presionado para renunciar a su cargo.

El ex jefe policiaco declaró que Oliverio Alarcón, esposo de la síndica, lo había invitado a trabajar distribuyendo droga en Teocelo, a lo que él se negó y decidió informárselo al alcalde Alberto Anell Reyes, quien en vez de apoyarlo ¡le pidió su renuncia!, la cual presentó tras recibir amenazas de muerte, presuntamente de “la gente” de Villegas Olmos.

ADÁN, MONREAL Y MANUEL

VELASCO: ¿DISCULPAS SINCERAS?

Vaya momento tan bochornoso el que protagonizaron este domingo los coordinadores parlamentarios de Morena y PVEM en el Congreso de la Unión, así como la líder nacional del partido guinda, quienes ante el escándalo que desató un video que circuló en las redes sociales tuvieron que disculparse con la presidenta Claudia Sheinbaum por darle la espalda cuando la jefa del Poder Ejecutivo federal arribaba al evento masivo del Zócalo y saludaba a los invitados de la zona VIP.

A Luisa María Alcalde Luján, presidenta del Comité Ejecutivo Nacional (CEN) de Morena, se le ocurrió culpar a la oposición de “desviar la atención” por un hecho que, dijo, se debió a un descuido en el protocolo.

“Como lo han hecho en otras ocasiones, los opositores pretenden desviar la atención. Un descuido en el protocolo, que no debió pasar, no disminuye ni opaca el cariño que hoy el pueblo entero expresó en la mayor plaza pública del país”, expresó.

“Presidenta @Claudiashein: ¡usted es nuestro orgullo”, remarcó.

Otro que emitió un mensaje de disculpa fue el coordinador de Morena en el Senado, Adán Augusto López Hernández.

“Presidenta Claudia Sheinbaum, le ofrezco una disculpa, en la emoción del momento nunca escuchamos que usted ya estaba en el corazón de la Patria”, escribió el ex gobernador de Tabasco, ex secretario de Gobernación y aspirante presidencial de Morena en 2024.

Por su parte, el líder de los senadores del PVEM, Manuel Velasco Coello, también hizo pública una disculpa. Según el ex gobernador chiapaneco –a quien Sheinbaum, muy efusiva, le besó públicamente la mano en su toma de posesión en la sesión solemne del Congreso de la Unión–, su expresión fue compartida tanto por López Hernández como por Ricardo Monreal, coordinador morenista en la Cámara de Diputados.

“Estoy reunido con el Senador Adán Augusto López y con el Diputado Ricardo Monreal. Le ofrecemos una disculpa a nuestra Presidenta, ya que en la emoción del evento de unidad en el Zócalo, no escuchamos cuando llegó y pasó junto a nosotros”, manifestó.

El diputado Monreal Ávila subió un mensaje en el que aseguró que el entusiasmo los distrajo de saludar a la Presidenta.

“Al inicio del evento en el Zócalo, el entusiasmo que se desbordaba nos contagió y no advertimos que la Presidenta @claudiashein pasaba en ese momento por donde estábamos. Le expreso mi disculpa sincera. Su mensaje a la nación fue excepcional y nada ni nadie minimiza su relevancia”, expresó.

Y es que el mediodía de ayer, la Presidenta cruzó sin detenerse frente a líderes de Morena y coordinadores parlamentarios, momentos antes de iniciar el mensaje que dirigió en el Zócalo capitalino. La escena ocurrió luego que los dirigentes partidistas y coordinadores parlamentarios de la 4T dieron la espalda a la mandataria.

Sheinbaum había salido de Palacio Nacional para encabezar el mitin en la Plaza de la Constitución y, antes de subir al templete, decidió saludar a los simpatizantes que estaban en la primera fila, así como a familiares, amigos, políticos e invitados especiales que se encontraban en la zona VIP. Distraídos, mientras posaban para una foto de grupo, los líderes y legisladores de Morena y PVEM no se percataron de la presencia de la mandataria federal, quien los saludó con la mano al aire, mientras le daban la espalda.

El primero en darse cuenta fue Andrés López Beltrán, Secretario de Organización del CEN de Morena, que trató, sin éxito, de alcanzar a Sheinbaum. Estiró los brazos, al igual que la lideresa Luisa María Alcalde, pero la Jefa del Ejecutivo federal no detuvo su paso y siguió caminando.

Sorprendidos, los coordinadores morenistas en el Congreso, Ricardo Monreal y Adán Augusto López intentaron ir tras ella, lo mismo que los coordinadores del Partido Verde, Manuel Velasco y Carlos Puente, pero el único que alcanzó a tocar la mano de la Presidenta fue el senador Alejandro Esquer, uno de los hombres más cercanos al ex presidente Andrés Manuel López Obrador.

Al final del acto, Sheinbaum nuevamente cruzó por la zona VIP, pero pasó por atrás saludando a simpatizantes que se encontraban pegados a las vallas metálicas, y tampoco se detuvo frente a los dirigentes de la 4T y los coordinadores de ambas cámaras del Congreso de la Unión, quienes, por cierto, primero rechazaron a su candidata para presidir la Comisión Nacional de Derechos Humanos y ahora, apenas la semana anterior, batearon su propuesta de reforma constitucional en contra del nepotismo electoral, aplazando su entrada en vigor hasta el año 2030 y no en el 2027 como lo proponía la mandataria.

Y, en este par de ocasiones, nunca le pidieron disculpas.