Felipe de J. Monroy/El poder del nombre
La postura del magnate Donald Trump, como próximo presidente de Estados Unidos se acerca a la figura de un nuevo Adolfo Hitler en el orbe en plena Era del Ciberespacio.
Las amenazas de dominación y expansionismo sobre México, Canadá y la Isla de Groenlandia, perteneciente a Dinamarca, además de pretender cambiar el nombre al Golfo de México por el de Golfo de América, constituyen malas noticias para el planeta.
Donald Trump, llegará al poder presidencial de Estados Unidos el próximo 20 de enero con malos presagios para sus aliados y socios comerciales del T-MEC.
La intención de dominación y amenazar de forma directa a México, Canadá y Dinamarca, no tendrán eco de respaldo por la comunidad internacional.
Pero la dimensión de las amenazas de Trump, van más allá de la imaginación y de la peor tragedia ocurrida en el siglo XX que sufrió la humanidad con las posturas bélicas, xenofóbicas y de invasión de territorios de países vecinos de Hitler para dar comienzo a la Segunda Guerra Mundial.
Las amenazas en contra de los socios comerciales de EU como son Canadá y México, son parte de una estrategia que pone en peligro la continuidad del T-MEC por la intención de subir los aranceles a los productos de exportación con quienes son sus mayores socios comerciales.
Además, de la amenaza de deportar a México a los migrantes nacionales y de otros países es una respuesta xenofóbica y de discriminación de quienes contribuyen con mano de obra importante a los Estados Unidos.
Y aún más, al amenazar de pretender declarar terroristas internacionales a los grupos de la delincuencia y de calumniar al gobierno de México, también significa un gran peligro para toda la población.
Trump, tiene intención de vulnerar a la frontera norte de México y la intromisión ilegal en los asuntos internos del país para incursionar en una supuesta acción de perseguir delitos en territorio nacional, además de condenar y de juzgar irresponsablemente al gobierno mexicano.
La postura de la presidenta de México, Claudia Sheinbaum es de firmeza de que no se permitirán violaciones a la soberanía nacional.
El país tendrá que enfrentar las amenazas de Trump en unidad, y de que se trata de las más peligrosas de los últimos tiempos con un personaje que culpa a otros gobiernos, lo que el propio gobierno de EU no ha podido atender que es el consumo de estupefacientes entre su población.
Por lo pronto, en México, la presidenta Claudia Sheinbaum, puso en marcha con el secretario de salud un programa que orienta y exhorta a la población de este país a no caer en el consumo de drogas.
Esto demuestra ir siempre un paso adelante, ante la amenaza que viene, y que se tendrá que combatir con un mensaje de unidad de los mexicanos para no caer en el peligroso juego de quién tiene en su genética retornar a los sueños incumplidos de Adolfo Hitler, considerado el peor genocida en la historia de la humanidad y que Trump pretende emular, cuando asuma el poder cómo presidente de Estados Unidos en unos días más. Y ahora quién podrá defendernos.
Y parafraseando al contador Carlos Manuel Aguirre Gutiérrez, ex rector de la Universidad Veracruzana, “nuestros padres y abuelos no fueron alcohólicos ni drogadictos”. Ni tampoco abusivos con las mujeres. Andale. Así las cosas.