El enemigo
Sí, debemos repetirlo cuantas veces sea necesario; sólo era cuestión de tiempo para ver de qué son capaces los sátrapas de Morena en la dictadura que vivimos.
Y es que sólo bastaron 28 días para que asomara el rostro de la dictadura que padeceremos los mexicanos en el “gobierno” de la espuria Claudia Sheinbaum
Dictadura que, mediante cientos de policías, prohíbe el derecho humano de la manifestación callejera.
Un derecho humano elemental, por el que lucharon no solo la hoy espuria presidenta mexicana, sino miles de mexicanos en los años 60 y 70; derecho que sólo es reprimido en tiranías, como la dictadura mexicana.
Manifestación legítima y pacífica, como la que llevaron a cabo trabajadores del Poder Judicial Federal, quienes se plantaron el las calles aledañas al Autódromo Hermanos Rodríguez, en donde se desarrollaba una edición más de la internacional Fórmula I, y que fueron “encapsulados” y retirados del lugar por cientos de policías.
Y sin duda que se trataba de una manifestación que pretendía mostrar al mundo el tamaño de la dictadura que hoy florece en México, con la espuria “Señora Presidenta”.
Sin embargo, lo paradójico del asunto es que recorrió el mundo entero la imagen de dos juezas encapsuladas por cientos de policías, en las calles aledañas al evento automovilístico.
Es decir, que fue tal la estulticia de las mujeres que gobiernan el país y su capital, que el mundo entero pudo ver la imagen de dos mujeres, juezas, cercadas por casi 200 policías que las “encapsularon” para impedir que se expresaran en público.
Protesta que –debemos insistir–, paradójicamente se difundió a todo el mundo gracias a la estulticia gubernamental.
¿Y cual es el mensaje que se manda al mundo con esas imágenes? Es un mensaje que resulta elemental: el mensaje de que las mujeres mexicanas y sobre todo las juezas, son más peligrosas que los criminales; que deben ser reprimidas por el temor oficial a lo que digan en público.
Y es que, por increíble que resulte, la autoridad mexicana desplegó todo un dispositivo policíaco para anular una protesta pacifica, mientras que en los alrededores del Autódromo los asaltantes hacían de las suyas contra decenas de ciudadanos que fueron despojados de todas sus pertenencias, sin que la policía hiciera nada.
Así el rostro de la dictadura, en los primeros 28 días de gestión de las espurias Claudia Sheinbaum y Clara Brugada, cuyos gobiernos solapan toda clase de felonías, mientras que la policía es utilizada para reprimir derechos humanos fundamentales como el de la manifestación callejera.
Represión que incluso mereció la condena de la presidenta de la Suprema Corte, Norma Piña, quien en redes sociales difundió imágenes de las juezas que fueron “encapsuladas” por cientos de policías.
Una imagen vergonzosa que deja ver a dos mujeres “armadas” con peligrosos “altoparlante” en las manos y que son encerradas por cientos de policías que según la propia “Señora Presidenta”, ya no existen.
¿Imaginan lo que habrían dicho las señoras Sheinbaum, Brugada y todas las mujeres políticas de Morena, si esa persecución se hubiese producido en los gobiernos de Fox, de Calderón o Peña Nieto?
¿Imaginan la justificada escandalera de los grupos feministas de la llamada izquierda mexicana si lo que hoy vivimos se hubiese producido en los gobiernos “neoliberales”?
¿Dónde están hoy todas esas mujeres de la farsante izquierda mexicana, para condenar la agresión de las mujeres en el poder, contra otras mujeres que ejercen derechos humanos elementales, como el de la protesta?
Sí, la dictadura enseña las uñas y los dientes y no tarda mucho en mostrar las balas y los afanes criminales. ¿Lo dudan?
Al tiempo.