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XALAPA, Ver., 9 de octubre de 2024.- Manuel Silva Durán tiene 60 años vendiendo libros. En el 2015, durante la Feria Nacional del Libro Infantil y Juvenil de Xalapa, se le dio un reconocimiento por 52 años de trayectoria como librero.
Al día de hoy, cada que se celebra una expoventa o una Feria, como la FILU UV o la ya citada y enmarcada en el Colegio Preparatorio de esta ciudad, lo seguimos encontrando en su función de librero, al frente del stand de alguna casa editorial.
Siempre respetuoso y de trato amable, Manuel Silva me concedió una entrevista para platicar de su oficio y de su llegada a la Librería Internacional, de la que estuvo a cargo durante 20 años en su ubicación de Xalapeños Ilustres 39.
También hizo un reconocimiento a sus colegas y habló de la lectura y la importancia de generar el hábito en los menores de edad.
Manuel, ¿de dónde eres y cómo inicias en la venta de libros?
Soy originario del estado de Hidalgo, de Real del Monte, pero a los dos años mi padre nos llevó a la Ciudad de México y ahí cursé la primaria de 1956 a 1962. Yo tenía ganas de ser arquitecto, quería estudiar en el Politécnico, pero de repente un medio hermano mío, Diego Silva, que en paz descanse, me dice vente vamos al centro, y entramos a una librería en la avenida Hidalgo, y me dice mañana te presentas a trabajar aquí, te van a decir lo que tienes que hacer. Eso me sorprendió porque yo no tenía idea de que ya iba a trabajar; al otro día me presenté y yo era, al principio, el mandadero.
Aquella librería tenía una casa matriz en la calle de Donceles, la librería Ariel, que tenía un prestigio de muchos años. Llegué ahí y con el tiempo se fueron dando cuenta de mi memoria, empezaron a ver los dotes que yo tenía y comenzaron a darme otras responsabilidades, como atender al cliente, checar los libros, hacer los preparativos para las temporadas escolares. Y ahí duré 18 años, llegando a ser parte fundamental en el manejo de la librería. Para mí eso fue maravilloso.
¿Y luego cómo llegas a Xalapa?
Bueno, también en México recibí la invitación para ser el encargado de la librería Parroquial de Clavería y años después me mandó a llamar otra librería, la Interacadémica, en la avenida Sonora, la librería América y la librería Internacional.
Y una vez en Guadalajara, había yo asistido a una Feria Internacional del Libro, donde me encontré a la dueña de la librería de aquí de Xalapa, quien me dijo que le gustaría tenerme como su mano derecha, acepté y es así como llegué en 1997.
Aquí continué mi trayectoria, fui encargado de la Librería Internacional, y para mí fue muy gratificante el conocer tantos amigos, participar en Ferias, visitar escuelas y en la actualidad me siguen buscando para esos asuntos.
Con 60 años en el oficio, sigues en las Ferias, visitando escuelas ¿no te cansa, no te aburre?
No. Precisamente porque he cambiado mi mentalidad respecto a la lectura, respecto a los libros. Creo que la vida se enfoca de una forma distinta cuando uno empieza a disfrutarla desde otro punto de vista; yo, por ejemplo, ahorita lo que hago para mí no es un trabajo, luego me dicen ya se va a trabajar, no, yo me voy a divertir.
Yo por ahí me puse una frase que decía ‘a la misión le llamamos trabajo, por eso nos cuesta más trabajo hacer la misión’. Creo que todos tenemos una misión en este mundo, y mientras tengamos amor a lo que hacemos, al menos para mí es un deleite cuando piensan en mí, a esta edad, para una misión, para un evento, para contribuir con la lectura, para mí es mi vitamina.
Recuerdo cuando recibiste el reconocimiento en la Feria, ¿pero en términos generales crees que la sociedad reconoce la labor del librero como promotor de lectura?
Yo tengo mi punto de vista, reconozco y respeto a todos los que son libreros porque todos son colegas, a todos los admiro por su misión, por su trabajo. Pero el otro día me estaba diciendo un amigo, oiga ya sabe que fulano tiene tantos años de librero, le digo a ver, permítame tantito, vamos a definir la palabra librero porque también para mí hay cosas que tienen dos trayectorias.
Para mí un librero es aquel que atiende a un cliente de la mejor manera y le da opciones y atenciones; le da sugerencias a quien busca, para mí eso es un librero. Incluso, el librero es el que al decirle el tema ubica el libro y sabe lo que tiene que hacer. Otra cosa es un vendedor de libros, que sólo dice aquí tiene su libro, cien pesos y ahí murió, lo he visto en los eventos donde he participado y la gente se da cuenta.
En Xalapa hay destacados libreros como Eligio Ramírez, de La Rueca de Gandhi. También Moisés Hernández, de Hyperión, de las nuevas generaciones. Todo esto es bueno por la guía que ofrecen y la ayuda para conseguir libros, ¿no?
Eso me da mucho gusto, ahora que estoy en la ciudad de Xalapa y veo los libreros que hay, mis respetos y admiración, son varios, personas que están en el mundo del libro y han sido pioneros difundiendo la cultura, incluso ellos organizan ferias y eventos. No quiero decir nombres porque no quiero dejar a nadie afuera, pero a todos los libreros y colegas mi más sincero respeto y admiración, porque cuando veo jóvenes que vienen atrás de mí me da mucho gusto, eso quiere decir que el libro va a seguir teniendo vida.
¿Para ti cuál es la importancia de la lectura y de generar el hábito en los niños?
Te lo platico de una forma particular porque a mí me ha gustado mucho leer, me encanta; cada quien tiene sus puntos de lectura ya que hay mucha variedad de temas. Pero a mí lo que siempre me ha gustado es el aspecto de superación personal, para mí lo que hacemos siempre en la vida es dar un servicio y hay que hacerlo de calidad, y el leer nos da un conocimiento y nos da una visión muy distinta de la vida. El conocimiento, la inteligencia, muchas cosas se derivan.
Hay mucho joven, me he dado cuenta en las ferias, que también les gusta mucho leer los libros de vanguardia, las novelas. A las personas de edad les gusta todavía leer su libro de hace años, lo de Julio Verne, y muchas cosas que hacen que la imaginación vuele. Yo creo que la lectura es algo que hace diferente a la gente.
Sobre los menores, yo veo que hay mucha aceptación, incluso cuando acudo a la Feria Infantil y Juvenil veo que van muchos niños, precisamente a eso, a buscar sus libros infantiles, cuentos, y que también, claro, influye el que los padres inculquen, que les compren un cuento, algo que les haga imaginarse cosas.
¿En tu experiencia, es Xalapa una ciudad de lectores?
Sí, y siempre que veo a alguien con un libro le digo felicidades por tener un libro en la mano.
Con mi experiencia, desde que estaba en la Ciudad de México, sabía de la Atenas Veracruzana, pero cuando llegué aquí me di cuenta de la cultura que hay en Xalapa, hay muy buenos lectores, hay mucha difusión en el aspecto cultural y a mí me gustó, por eso me encantó este lugar.
Mucho se comparó el libro físico con el libro electrónico, pero a estas alturas sabemos que el primero es insustituible, ¿no crees?
Efectivamente, cuando empezó todo el boom del libro electrónico me hicieron muchas entrevistas para eso, y yo les decía nada más miren cómo está la feria, miren cómo está de gente, ¿usted cree que el libro electrónico va a desplazar a toda esta gente? Va a ser difícil, quizá con el tiempo, pero hasta la fecha el libro físico es el que le gusta a la gente. Incluso para los intelectuales traer un libro en la mano ya es importante.
Ahora, un libro yo lo combino como un perfume, un perfume te lo muestran y lo primero que haces es oler su esencia, abre un libro y a mucha gente le gusta el aroma de la tinta, del papel. Además, lo puedes subrayar, lo puedes llevar a donde quieras y no hay problema si hay red o no hay red; insisto, mucha gente prefiere el libro físico.
Ya que mencionas el olor de un libro nuevo, ¿qué me dices del libro usado?, ¿qué te parecen las librerías de viejo?
Pues así se les dice, para mí esas librerías son de lo más interesante porque luego ahí se encuentran joyas que ya no vas a encontrar en la actualidad. A mí me ha pasado, he entrado a esas librerías de viejo o de segunda mano o usado, como quieran llamarle, y encuentro libros que no voy a encontrar jamás y eso para muchos es importante. Y su aroma es muy peculiar pero no desmerece el contenido.
¿Qué andas leyendo ahora, Manuel?
Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva, de Stephen R. Covey. Me gusta de todo un poco porque de todo se aprende, es como platicar con tres o cuatro amigos y que cada quien te dé su opinión y eso te nutre y permite que tengas un conocimiento más amplio de muchas cosas. A mí me da mucho gusto cuando platico determinado tema con alguien, aunque sea un poquito pero tengo alguna opinión.
¿Tienes algo que agregar, alguna recomendación?
Recomiendo, a los que acepten esta sugerencia, esta opinión, que lean, porque la lectura nos hace distintos en todos los aspectos, tanto en educación, como en expresión y lo que hacemos en la vida. El leer nos va haciendo diferentes personas, nos da diferentes conocimientos, ampliamos el pensar, el hablar, a mí me ha nutrido mucho y me siento muy orgulloso, tanto de vivir como de hacer lo que hago.