La despolitización del pueblo y sus nefastas consecuencias
Felipe de J. Monroy*
El papa Francisco anunció la celebración del próximo consistorio para la creación de 20 nuevos cardenales electores y uno más, emérito, Angelo Acerbi, legendario diplomático vaticano que recién ha cumplido 99 años. Sin embargo, lo que más llama la atención de las nuevas designaciones (en las que nuevamente no aparece ningún mexicano) es la edad de los nuevos purpurados: uno de ellos, Mykola Bychok, un religioso redentorista obispo greco-ucraniano de apenas 44 años.
Este último caso es muy singular, el obispo afincado en Melbourne, Australia, nació en los años 80, ingresó en la congregación del Santísimo Redentor cuando las Spice Girls sacaban su más grande éxito ‘Wannabe” y en taquilla arrasaba ‘Titanic’ de James Cameron; además fue ordenado sacerdote un mes después de la muerte de Juan Pablo II.
Sin embargo, no es el único; por lo menos una veintena de cardenales electores recibieron el orden sacerdotal en los años noventa; lo que indica que su formación en seminarios y casas de religiosos aconteció en un mundo plenamente globalizado, con mayores herramientas tecnológicas y la mirada puesta en el siglo XXI.
Hoy, todos los cardenales electores ingresaron al sacerdocio después del Concilio Vaticano II, es decir, que sus propios maestros y formadores habitaron el ‘aggiornamiento’ de la Iglesia más importante del siglo pasado y han transitado las grandes crisis institucionales del catolicismo en los últimos veinte años: la veloz pérdida de fieles y vocaciones; la secularización de la sociedad; y los escándalos sexuales y financieros.
Entre el extenso cuerpo de purpurados que en caso de un cónclave próximo serían los encargados de elegir un nuevo pontífice, ya sólo hay seis cardenales electores creados por Juan Pablo II y 24 por Benedicto XVI. Es decir, de los más de 140 cardenales con posibilidad de elegir al nuevo sucesor de Pedro, apenas 30 no fueron creados por Francisco. Serán los cardenales de Francisco los que pondrán en la Cátedra de San Pedro al próximo pontífice y pensarán el perfil del líder de la Iglesia bajo el estilo que Bergoglio quizá les haya logrado inspirar.
Además, los cardenales menores de 60 años de edad deberán tomar un papel importante en las reflexiones que la Iglesia católica hará antes de que llegue la mitad de esta centuria y antes de que el pontificado de Juan Pablo II luzca tan distante como las expectativas hacia el siglo veintidós. Se trata de 25 cardenales jóvenes provenientes de los más diversos orígenes y todos de cierta manera sorprendidos por su designación, pues algunos de ellos no habían recibido la ordenación episcopal o sus superiores no tienen la jerarquía cardenalicia.
Con ello, Francisco ha confirmado que el cardenalato no se obtiene por las posiciones de poder sino por cualidades de servicio y por la representación de voces de la marginalidad: un belga fraile conventual arzobispo en Irán; un lituano coadjutor en una basílica papal; un sacerdote scalabriniano encargado de migrantes y refugiados; un religioso indio siro-malabar oficial en el Vaticano; un franciscano patriarca de Jerusalén en Palestina; un sobreviviente de la guerra civil sudanesa articulador de la joven república sur-sudanesa; un poeta portugués que fue archivista y bibliotecario en el Archivo Secreto Vaticano; un arzobispo centroafricano en medio de una guerra étnico-religiosa; el sucesor del arzobispo Nobel de la Paz que pacificó el proceso de independencia en Timor Oriental; un misionero italiano pastor de mil quinientos fieles en Mongolia.
Con las más recientes designaciones, Francisco corrobora que mira especialmente las periferias mundiales. Quizá estamos ante el colegio cardenalicio más diverso de la historia con personajes oriundos de nacionalidades sino que muchos de los purpurados no han seguido la clásica ruta eclesiástica que en el pasado los colocaba en las posiciones de mayor liderazgo y subsecuentemente ante el birrete de las eminencias.
Con este consistorio, México permanece con seis cardenales, cuatro no electores (Sandoval, Suárez, Arizmendi y Rivera) y sólo dos electores (Francisco Robles y Carlos Aguiar).
*Director VCNoticias.com
@monroyfelipe