Raúl López Gómez/Cosmovisión
La reforma al Poder Judicial impulsada por Morena y aliados es una sacudidad sin precentes para el sistema de impartición de justicia en México, si los 43 senadores de oposición logran frenar lo que ya fue aprobado por la mayoría calificada de la 4T en la Cámara baja, comprarán oxígeno para intentar trabajar en una reforma que, posiblemente rescate la autonomía del poder judicial y, consecuentemente, contribuya a mantener los equilibrios en México.
Pero ¿quién miente?, Morena y aliados dicen tener resuelto el voto que les falta, por su parte la oposición ha mostrado más activismo para frenar la reforma que en toda la campaña presidencial, hemos visto un bloque opositor determinado a blindar a sus 43 senadores, por lo menos en el discurso.
Senadores del PRI -inclusive- prepararon solicitudes de licencia para preveer cualquier eventualidad, los panistas se dicen listos a dar la batalla sin concesión y MC hace lo propio, inclusive, el senador electo Luis Donaldo Colosio Riojas, mostró, por primera vez, fuerza en sus declaraciones dejando ver algo de la personalidad de su padre Luis Donaldo Colosio, (asesinado en la campaña presidencial de 1994), al sentenciar que la reforma es para quitar privilegios y excesos, pero también para tomar el control de los poderes, con un propósito revanchista, capaz de desastabilizar el sistema de procuración de justicia en el país.
¿Podrán mantenerse estoicos esos 43?, sin sucumbir a los cañonazos de millones de pesos, de presiones políticas o judiciales, buscando en su pasado algunas corruptelas que los tengan al borde de la carcel.
La realidad es que, de golpe, Morena forzó a reconocer lo que muchos sectores pedían a gritos, la imperante necesidad de un cambio en el Poder Judicial, así lo reconoció la Presidenta de la Corte, Norma Piña, en un mensaje directo y presentando propuestas para un sistema integral de seguridad pública y justicia en México que, afirmó, parte de un ejercicio amplio de escucha y diálogo con todos los actores de los sistemas de seguridad y justicia federal y locales, asi como con legisladores, organizaciones civiles, academia, estudiantes y víctimas de violencia.
El momento histórico que atraviesa el Senado de la República es determinante para decidir, si volvemos al México de un sólo hombre, como lo recordaba recientemente el historiador Enrique Krauze, al detalllar la era de Antonio López de Santa Ana en el siglo XIX.
La cuarta transformación logró sacudir al sistema político mexicano, obliga madurez política de la oposición buscando el mayor bien para el pueblo, de lograrlo, comprarán oxígeno para busar una reforma al poder judicial que responda a los grandes retos del país, empezando por tener un terreno parejo en la impartición de justicia y, en cuestión de días, se sabra quién miente.