Raúl López Gómez/Cosmovisión
Los que son víctimas del aparato del Estado en tiempos electorales es algo innecesario, cuando el jefe del Estado mexicano sigue en una vana intención de jefe de una campaña política, que no es la suya.
Y esto viene a colación por qué del comportamiento del jefe del Estado mexicano de ahora, puede ser igual o peor que en el pasado, y es algo que no abona a la política.
AMLO, con los históricos niveles de aceptación y de respaldo de las grandes mayorías de la población del país, debería de optar por la serenidad y mantener un comportamiento de demócrata para que fluya el verdadero cause del resultado que se espera con Claudia Sheinbaum, el próximo 2 de junio de forma natural.
Así es, que se dejen en el pasado las prácticas ociosas de revanchismo y se respete a la voluntad popular este 2 de junio.
La democracia nacional es madura y con la respuesta de toda la población se dará paso a un día de elección pacífico en donde se reflejará la voluntad popular de forma real, sin necesidad de acarreo o de malas prácticas, que tanto agobiaron a la gente hasta el hartazgo en el pasado.
No hay que repetir esos patrones de malas conductas, y quemejor se de paso a la voluntad de los ciudadanos en forma pacífica y natural.
Los casos de una política doméstica que intentan de última hora demostrar la corrupción que existió en el pasado y balconear a la gente, es algo innecesario y empaña al proceso electoral que marcha bien y con algunas dificultades, pero al final se espera que la voluntad popular se manifieste y se pueda vencer al abstencionismo.
Gane quien gane, y pierda, quién pierda, así es la democracia, que no es perfecta, pero sí perfectible. Andale, Así las cosas.