Ruperto Vázquez Ovando/Opinión en línea
Ayer se cumplieron seis meses del atentado contra el periodista Ciro Gómez Leyva y… nada se sabe del o los autores intelectuales del crimen en grado de tentativa.
Sí, seis meses del inicio de una investigación ordenada por la máxima autoridad federal y llevada a cabo por la Fiscalía capitalina y…nada que anuncie justicia.
Seis meses de que el propio López Obrador y la ex jefa de gobierno, Claudia Sheimbaun, prometieron hacer justicia y… nada que llega la justicia.
Seis meses en los que han sido detenidos 18 presuntos responsables; han sido vinculados a proceso 12 de ellos; tiempo en el que se ha producido el asesinato de un supuesto culpable; en el que han sido liberados 4 dizque inocentes y… nada que explique quién y por qué atentar contra el periodista.
Seis meses de impunidad y complicidad ya que no le importa a nadie.
Seis meses que hacen más evidente que nunca lo que aquí dije desde el primer día; que nadie esclarecerrá el atentado contra el periodista, porque son muchos los indicios de que se trató de un “atentado de Estado”.
Incluso, Ciro Gómez Leyva escribió en sus redes que luego de seis meses: “… pienso que a la @FiscalíaCDMX no le interesa dar con el autor o los autores intelectuales. ¿Exceso de trabajo, incapacidad, complicidad?”.
En efecto, todo indica que los gobiernos federal y de CDMX encubren a los autores intelectuales. Y es que atentado contra Gómez Leyva no es y no puede ser un crimen más contra los periodistas mexicanos.
No puede seguir impune porque su impunidad confirma que el de López Obrador es un gobierno “mata-periodistas”.
Pero la presunta complicidad tampoco es nueva.
Horas después del atentado, en la columna Al Tiempo, del 17 de diciembre del 2022 –que por años se difundió el diario digital “Contrapeso Ciudadano”–, titulada: “¿Por qué matar periodistas; quién, para qué?”, señalé que no se resolvería nada sobre el atentado a Gómez Leyva
Así lo dije: “La interrogante arriba planteada sintetiza una de las premisas básicas del periodismo; buscar respuesta a todo aquello que es de interés general.
“Respuesta, por ejemplo, al número creciente de periodistas mueertos en México y, de manera particular, al crimen, en grado de tentativa, cometido contra Ciro Gómez Leyva. Por eso empezamos por el principio.
“1.- ¿Por qué en México son asesinados el mayor número de periodistas en el mundo?
“La respuesta es elemental; porque en México los “mataperiodistas” pueden acabar de manera impune con la vida de los informadores.
“Porque en México nadie investiga nada sobre el asesinato de un periodista y porque a nadie en el Estado mexicano le importa castigar a los responsables materiales e intelectuales de la muerte de un periodista.
“Por eso, en México alcanza la “categoría” de “deporte nacional” la barbarie social de matar periodistas; porque existe impunidad total para los responsables; sean materiales, sean autores intelectuales.
“Y es que los verdaderos periodistas; los críticos y aquellos que indagan, denuncian y cuestionan las transas y los fracasos de la gestión de López Obrador, son vistos como un estorbo por el mismísimo presidente quien, a diario los difama, calumnia, estigmatiza y señala.
“Sí, desde Palacio, Obrador alienta el crimen de periodistas, mientras que su gobierno nada hace para aclarar los crímenes de informadores; crímenes que llegan a la cifra escandalosa de 64 muertos en cuatro años.
“De esa manera se cierra el círculo perfecto de “la causa y el efecto”.
“2.- ¿Quién ordena matar a un periodista?
“Aquí debemos ocuparnos de los autores intelectuales, ya que los matarifes a sueldo, aquellos que jalan el gatillo para matar, son solo eso; matones pagados.
“Primero debemos saber que los periodistas que hacen noticia y opinión son igual de incómodos para políticos, empresarios, gobernantes y jefes mafiosos que ven en el trabajo periodístico un peligro para la “estabilidad” de “sus negocios” sucios; sus transas “cochupos” y raterías.
“Por eso, no se debe descartar que detrás del crimen de periodistas estén políticos, legisladores, empresarios, gobernantes y jefes mafiosos.
“3.- ¿Para qué matar a un periodista mexicano?
“Como está claro, el asesinato de un periodista o de un opositor es un acto no sólo reprobable sino propio de una sociedad atrapada por la barbarie.
“Es una atrocidad propia del fracaso democrático y de una espiral de violencia e ingobernabilidad. Sin embargo, detrás del atentado contra el periodista es posible encontrar más de una motivación.
“Primera, y más evidente, que los autores intelectuales del ataque contra Gómez Leyva –quienes pagaron para matarlo–, pretendían callar a un periodista incómodo para el poder presidencial.
“Y es que todo confirman que se trató de un ataque directo; ordenado, diseñado y ejecutado por profesionales para matar.
“Por eso volvemos al principio.
“¿Quién intentó matar a Ciro Gómez Leyva? No lo sabemos, pocos lo saben, pero no se descarta ninguna hipótesis, incluso la de un crimen de Estado ordenado por el propio López Obrador. (Fin de la cita)
Volví al tema un día después, en el Itinerario Político del 18 de diciembre de 2018, titulado: “¿A quien el sirve un periodisdta muerto?”.
Así lo expuse: “el periodismo, en general, pero en especial los géneros de noticia, reportaje y opinión, no sólo son la expresión más clara de los anticuerpos sociales capaces de exhibir frente al ojo público todas las enfermedades sociales sino que, al mismo tiempo, son una amenaza para aquellos que se benefician de una sociedad enferma.
“Nos referimos a enfermedades sociales como la corrupción, la ineficacia oficial, los abusos del poder, la transa, el “cochupo” y, sobre todo, la violencia y el crimen organizado.
“Pero el problema es aún mayor cuando el gobierno mexicano de hoy, el de López Obrador, mantiene una clara alianza con grupos criminales a los que brinda impunidad total; grupos que alientan la tendencia mata periodistas.
“Pero la v erdadera paradoja del fenómeno “mataperiodistas” tiene su origen precisamente en el poder presidencial; viene del propio gobierno y del presidente mismo. ¿Por qué?
“Y es que todos los días, de forma machacona, ofensiva, calumniosa y difamatoria, el presidente Obrador apunta su dedo flamígero sobre tal o cual periodista crítico; sobre tal o cual empresa mediática y sobre tal o cual trabajo de investigación que exhibe los intríngulis de su gobierno fallido; que señala a los ladrones en el poder y muestran ante el ojo público la impostura llamada Cuarta Transformación. (Fin de la cita)
Al final de cuentas el gobierno de López Obrador es el reino de la impunidad y la complicidad; impunidad y complicidad que solapan 150 mil muertes violentas, que provoca un desaparecido a diariod en México y que ha provocado la muerte de casi 70 periodistas en lo que va del sexenio.
Claro, además del atentado contra Círo Gómez Leyva.
Es decir, vivimos el fracaso del Estado y la rendición de la plaza frente a las bandas criminales.
Al tiempo.