Ricardo Alemán/Itinerario político
Con toda una vida dedicada al periodismo y el deporte, el profesor Luciano Constantino Ramírez, es de los personajes de excepción, que se constituyen en todo un emblema en el estado de Veracruz.
Su obra personal y profesional, de su larga vida de trabajo y ejemplo para las actuales y futuras generaciones proviene de sus orígenes de una familia de empuje originaria de Cerro Azul, Veracruz, de la que siempre se ha mostrado orgulloso como nadie por ser embajador de estas tierras y de una avanzada de talento desde los años sesentas.
El profe Luciano, es de los seres humanos que nunca envejecen, por tener en sus más de ocho década de vida, los valores fundamentales del éxito y la salud física y emocional, el optimismo y la alegría.
Estos dos ingredientes que son objeto de estudio en el orbe de los grandes personajes como él, que además de no envejecer se muestran siempre alegres y optimistas ante el devenir de la vida.
Otro de los muchos factores que son ejemplo de la gran trayectoria profesional del profesor Luciano Constantino, es de que siempre ve hacia adelante orgulloso de su familia, de su tierra de origen Cerro Azul y de ser siempre un ejemplo de esfuerzo y de superación personal para la generación llamada de papel de ahora con la generación de hierro de antes que se hizo a base de carencias para llegar al éxito y seguir caminando siempre como el primer día y dando gracias a Dios por todo y todos los que le rodean.
Luciano Constantino Ramírez, es egresado de la Facultad de Educación Física de la UV, pero gracias a su gran formación académica desarrolló una carrera en el periodismo de mucho éxito escalando múltiples funciones en el decano de la prensa nacional hasta llegar a ser el director del periódico El Universal de Veracruz.
Después, consumó su carrera como jefe de prensa de la CFE en el estado de Veracruz y alcanzó su jubilación laboral y a partir de ahí, sigue en la lucha diaria de ver la vida con alegría y optimismo con una sencillez estoica que gana respeto y cariño entre sus muchos colegas y amigos del periodismo y la comunicación en su natal estado de Veracruz.
Recorrer su larga trayectoria de éxitos personales y profesionales llevaría escribir un libro en una gran semblanza pero desde la óptica de sus colegas y amigos no pasa desapercibida es etapa de su vida en los Juegos Olímpicos de 1968 en qué fue de los corredores de la antorcha olímpica en aquella importante fecha en que pasó el fuego olímpico por estás tierras veracruzanas.
No se puede olvidar esa etapa histórica de México, de esos jóvenes orgullosos, como Luciano Constantino Ramírez y mucho más, que junto con Queta Basilio, el fuego olímpico pudo llegó al pebetero de aquellos juegos de los cinco aros en la ciudad de México en 1968, siempre inolvidables con el sargento Pedraza en la caminata y el Tibio Muñoz en Natación con las primeras medallas que abrieron el camino del éxito en el deporte mexicano, ahora en crisis siempre por los federativos de la Conade, que no responden al esfuerzo de superación de los deportistas que luchan por un reto de darle gloria de triunfo a su país, a pesar de algunos y algunas personas que opacan el deporte en estas tierras de una genética ganadora ancestral.
Larga vida al profesor Luciano Constantino Ramírez, ejemplo de una historia de vida impecable de éxito y de triunfos profesionales en el deporte y en el periodismo.
En otro asunto, Sergio Gutiérrez Luna, diputado federal veracruzano, festejó en Tuxpan con las mamás, a las que felicitó y reconoció por el Día de las Madres. Así las cosas.