Ayuntamientos, encargados de socializar obras de Sedatu: Manuel Huerta

XALAPA, Ver., 28 de diciembre de 2022.- El alcalde de Xalapa Ricardo Ahued Bardahuil, al igual que otros ediles de otros municipios, deberá encargarse de garantizar la armonía entre ciudadanía y autoridades, para que se utilicen los recursos de proyectos por parte de la autoridad federal.

Lo anterior lo dio a conocer el delegado federal de Bienestar, Manuel Huerta Ladrón de Guevara, luego de ser cuestionado sobre el proyecto denominado Centro de Ecotecnias, donde ciudadanos se rehúsan a aceptarlo, con todo y que sería la segunda vez que se pretende realizar.

«Las autoridades municipales tienen que garantizar (…) No solo ahí (Xalapa y el Centro de Ecotecnias) también en Minatitlán, donde el Cabildo no logró acordar el consenso con el mercado; tenemos el caso en San Andrés, que seguimos tratando de hacer el esfuerzo (…) La Rotonda en Xalapa», señaló.

Resaltó que los municipios deben poner todo el esfuerzo de su parte para lograr que las obras, sobretodo hablando de aquellas que tienen un presupuesto federal, sean aceptadas, si no es así, estas se quedan en planes.

Sobre Ahued, confió en que tendrá la capacidad de entablar el diálogo y lograr se realicen aquellas obras que continúan sin realizarse desde la administración de Hipólito Rodríguez Herrero por no ser aceptadas por los xalapeños.

«Yo confío en que el alcalde tendrá la capacidad para dialogar con los vecinos; es un alcalde que se presume tiene mucha capacidad de diálogo (…) Seguramente los va a convencer», concluyó.

Es de recordar que la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) ha destinado más de 200 millones de pesos para diferentes obras en 10 municipios de Veracruz, es decir 2 mil millones de pesos para el estado, mismas que han sido supervisadas por el titular, Román Meyer Falcón.

No obstante, muchas de estas no han sido aprobadas por los Cabildos o por la ciudadanía, dejando todo en intención y sin poder concluirse, como el caso del mercado La Rotonda en Xalapa, donde los locatarios nunca aceptaron la rehabilitación.