La despolitización del pueblo y sus nefastas consecuencias
Una Selección Mexicana en Qatar destinada al fracaso, sucumbe al régimen de los intereses de las televisoras y de los dueños de los equipos de fútbol.
Apuestan a la derrota y jugar con un equipo desdibujado, débil en la cancha y sin propuesta ofensiva y defensiva.
Se trata de un equipo partido, cortado, que no tiene sincronía y que lleva los peores números para ir a un mundial.
Los juegos de los sentimientos de los jóvenes jugadores europeos de lucha y garra ofensiva quedaron fuera en el último minuto, Diego Laynez y Santiago Giménez.
Antes, se descartó a Javier Chicharito Hernández y Carlos Vela, una dupla mortal llena de genialidades en la cancha y que ofrecen el juego bonito al estilo brasileño para hacer goles de fantasía.
Pero, hay que descifrar la incógnita de siempre, llevar a los jugadores de experiencia con el respaldo de los intereses de la liga y lo de mismo de toda la vida, esperar que el azar, la suerte y los errores del adversario, den la oportunidad de pasar al pinche quinto partido como dice Cuauhtémoc Blanco. https://www.facebook.com/100018081911107/posts/pfbid02fVjuBMUdiSLwya5Q5FRish29Z5K2JDj4oNhedFNQxEbwQdhjHueNDj4HwrNrw97El/
Con este rumbo, la ilusión de millones de mexicanos se puede dar por la suerte, el equipo de la selección mexicana va predestinado al azar, y aún así los logros pueden ser históricos a pesar de las clásicas derrotas de los entrenadores, que ofenden a las estrellas del fútbol del momento y pasan por encima de la afición siempre y de sus nobles sentimientos.
Y ahora quién podrá defender a la selección mexicana en Qatar, sin duda la suerte y no las habilidades y méritos de una competencia que se gana con goles.
La suerte, las lágrimas, los gritos y las emociones encontradas con un Tata Martino, frío y calculador que sabe que gane o pierda, para él fracasar no representa nada, y el éxito inesperado lo puede llevar a un sueño de las semifinales a pesar de los árbitros y el VAR que también fallan. Suerte México y a seguir soñando. Así las cosas.