Gabriel García-Márquez/Sentido común

LA INTOXICACIÓN MASIVA DE NIÑOS

A un mes de la intoxicación de alumnos en Chiapas y en Veracruz, aun no se sabe a ciencia cierta cuál fue la causa que provocó el malestar entre niñas y niños de secundaria, tanto en Álamo Temapache en el estado de Veracruz como en la comunidad de Bochil y en Tapachula en el estado de Chiapas. En el caso de Bochil, algunos alumnos llegaron a perder la conciencia y los servicios de emergencia no se daban abasto para atender a los menores.

Los peritajes fueron contradictorios, incluso algunos niños fueron hospitalizados, pero los resultados de los análisis resultaron negativos a alguna sustancia tóxica.

Se realizaron pruebas biométricas, de química sanguínea y toxicológicas tanto de sangre como de orina, incluso hasta coprocultivos, para descartar el uso de drogas.

Las autoridades de salud analizaron la posibilidad de que fuera producto de contagios por virus, bacterias y hongos; también se revisó el consumo de agua y alimentos que pudieran haber sido las causas del malestar e incluso una fuga de gas. Sin embargo, hasta la fecha estos resultados no se han hecho públicos.

En Chiapas se dieron por descartados el consumo de brownies con mariguana, entre otras golosinas. Algunos padres de familia denunciaron que la droga pudo haber sido diluida en agua, aun cuando la fiscalía lo haya negado.

Esta intoxicación masiva, ha despertado la indignación y preocupación de los padres de familia, que piensan que pudo haber sido intencional de parte de bandas ligadas al narcotráfico, para volver adictos a los menores.

Los alumnos todavía se muestran angustiados y temerosos, por lo que van desconfiados a los centros escolares, porque tienen miedo de ser envenenados.

Las autoridades lo único que han dicho hasta ahora es que esta intoxicación podría haber sido provocada por el consumo de alimentos y agua contaminada o la inhalación de humo. Lo cierto es que todavía no han encontrado con certeza cuál fue la sustancia que intoxicó a los alumnos.

Es el colmo que con la tecnología y los laboratorios con que se cuenta actualmente públicos y privados, hasta la fecha las autoridades tanto de salud, como educativas y judiciales no hayan dado con el origen de esta intoxicación masiva y con los responsables de este atentado contra la niñez.

Los padres siguen esperando la respuesta a varias preguntas ¿fueron drogados los niños? ¿se intoxicaron con alimentos y agua contaminada? A un mes del suceso todavía esperan el peritaje oficial y las medidas que se habrán de tomar contra los responsables y cómo se va a evitar que estos hechos tan lamentables se repitan.