Raúl López Gómez/Cosmovisión

La recta final

La sucesión presidencial adelantada de AMLO, es parte de toda una estrategia de seguridad nacional en donde fluyen cercanamente los grupos de poder de Morena.

La preocupación por las enfermedades del presidente López Obrador, es parte de la estrategia.

También, la continuidad desde el personaje de todas las confianzas para evitar el desvío del rumbo de la Cuarta Transformación.

Aquí, está el dilema de toda una encrucijada en donde a diferencia del pasado nada tendrán que ver los afectos y si los efectos.

Para los analistas, al presidente le quedan sólo tres aspirantes a la postulación.

Se trata por orden de posibilidades de Adán Augusto López Hernández, Marcelo Ebrard Casaubón y Claudia Sheinbaum Pardo, está última la jefa de gobierno se dice que no levanta en las preferencias electorales y por lo mismo las luces rojas y la desbandada de su equipo cercano.

Aún así, con la esperanza le siguen haciendo la talacha algunos operadores improvisados del PRI y de otros grupos en desgracia.

Entre Adán Augusto López Hernández y Marcelo Ebrard, se  dirimen las posibilidades de alcanzar la postulación.

Por eso, la guerra sucia en contra del secretario de gobernación, no es al azar y debe provenir del clásico fuego amigo que lo pretende descarrilar de la sucesión presidencial, pero está blindado a prueba de todo tipo de misiles mediáticos de descrédito y de descalificaciones. Andale.

En el caso del canciller mexicano, Marcelo Ebrard, también va en piloto automático y de vez en diario le sueltan los drones con pólvora mojada de la información que no le hacen daño por los resultados obtenidos en la escena internacional con mucho éxito.

En pocas palabras ahí la llevan y ojalá nada empañe el proceso de la elección del aspirante de Morena para tratar la sucesión de AMLO en el 2024, que por supuesto está ganada pero no será fácil.

La política y la ideología son partes fundamental en la elección más disputada del milenio en el 2024 y más con tantos tiradores de la oposición de los llamados nacidos para perder. Así las cosas.