Raúl López Gómez/Cosmovisión

Los maestros “Jollette” en la UV

Hay quienes no concuerdan en el asunto de las inconformidades de algunos maestros de la UV, que no quieren salir de su zona de confort después de la pandemia del Covid-19.

Y con el retorno a clases presenciales, después del largo periodo de aislamiento por la pandemia, algunos docentes, se quejan hasta del calor, y ahora quieren cobrar hasta por respirar, cuando sus percepciones son hasta más elevadas que en algunas de las universidades privadas del país.

El apapacho del Sindicato de Personal Académico FESAPAUV que dirige, el ingeniero Enrique Levet Gorozpe, el famoso Papo, es sólo una postura natural, ante lo complicado de una situación entre las autoridades universitarias y el propio sindicato, que no entrarán en pugna, por algo que no conviene a que se tense la situación en perjuicio de los estudiantes y se pongan al corriente en su preparación.

La comunidad universitaria pide, que los maestros cumplan, porque el patrón paga puntual, las quincenas bárbaras de quienes cobran más que un maestro de Cambridge, más bonos y prestaciones, que los convierte en maestros “VIP”, que no quieren salir de sus casas o de los cubículos con aire acondicionado.

Pero todavía, quieren que se les pague más, y de eso se quejan los catedráticos, considerados miembros del Club de la famosa  “Jollette” de la Academia y de bailando por un sueño, de hace algunos años que se quejaba de todo.

La comunidad, considera, que si no pueden renuncien, y que mejor, se pongan a trabajar, y cumplan con su responsabilidad, porque algunos de los maestros de la UV, se cotizan más caros, que un jugador de la UEFA Champions League.

Y vaya el reconocimiento, a las muchas y grandes honrosas excepciones, como los maestros inolvidables de la UV, José Pablo Robles Martínez, Alfonso Valencia Ríos, Enrique Segarra tomás, Ignacio Oropesa, Francisco Blanco Calderón , Manuel Salinas Arellano, Christian Carvallo Zamudio, Bonifacio Peña Pardo, Severo Rodríguez Leycegui, José Tello Allende, Alejandro Vite, Román Garzón Arcos, Jorge Jesús Pascual Esquinca, y muchos más, que son y han sido impecables en su importante misión magisterial, que han dejado una imborrable y profunda huella de ética, responsabilidad y de profesionalismo.

En otro asunto, los mineros destinados a su dura situación de quedar prácticamente sepultados en su área de trabajo, a pesar de los esfuerzos infructuosos de su rescate con vida.

Por el paso de los días, y las adversidades de la naturaleza, queda en el silencio su condición, de la imposibilidad por el momento de recuperar sus cuerpos.

Las posturas oficiales al pie del cañón, sin que se presenten aún cargos a los dueños de la mina de carbón.

Se dice, ante los familiares de que reciban cien mil pesos por trabajador, y el rescate de los cuerpos, será mediante un plan de operaciones que puede durar de seis meses a un año, por lo problemático de la condición natural del terreno.

Por lo pronto, se busca deslindar responsabilidades en el caso de esta tragedia, y nadie dice de los clásicos pagos de las indemnizaciones a la seguridad social de la dependencia de Zoé Robledo, y dónde está la exigencia de la Secretaría del Trabajo de María Luisa Alcalde.

Mientras, Laura Velázquez, titular de Protección Civil, con justificación sale a flote para darle curso al barco que va navegando  ante el mar proceloso, el de siempre con las tempestades a cuestes de la vieja corrupción enquistada en un sistema agónico y caduco.

En la Mina de Carbón, el Pinavete de Sabinas, Coahuila, la FGR indaga todo sobre está empresa, para deslindar responsabilidades en torno a la situación de los diez trabajadores que quedaron atrapados a sesenta metros de profundidad y una filtración de agua, provocó el accidente hace 23 días.

Aquí, hay que reconocer que el titular de la Fiscalía General de la República, Alejandro Gertz Manero, que lleva con positivos resultados a una dependencia complicada, pero que con apego a derecho y mano firme.

El abogado Gertz, a dado un claro ejemplo de lo que es la legalidad y el estado de derecho, en lo que se esta avanzando en tiempos de la Cuarta Transformación de AMLO, con puros abrazos y sin balazos, por parte de la autoridad.

A diferencia de como sucedió con Felipe Calderón y Genaro García Luna, ahora en prisión en donde crecieron las víctimas por los daños colaterales.  Así las cosas.