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POZA RICA, Ver., 27 de febrero de 2022.- A partir de la reforma eléctrica del país, aplicada durante 2013, a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) se le comenzó a marginar en materia de generación de energía para el Sistema Eléctrico Nacional (SEN), por lo que de continuar esta tendencia, para el 2030 dicha empresa nacional tendería a desaparecer, lo que conllevaría dejar el mercado a las empresas privadas, se indicó en el marco de la Reunión Informativa sobre la propuesta de Reforma Eléctrica presentada al Congreso de la Unión en Septiembre de 2021, con la que se busca recuperar la soberanía energética del país, sin excluir la participación privada, y en donde se privilegie precios justos para los mexicanos.
En este foro organizado parte de legisladores federales se estableció que desde 1937, durante el gobierno del presidente Lázaro Cárdenas, y el refrendo a mantener nacionalizada la industria eléctrica en 1960, por parte del presidente Adolfo López Mateos, el país mantuvo el control directo sobre la industria, pero fue durante el sexenio pasado, tras la reforma aplicada, que la CFE sufre de diversas circunstancias que hoy ha puesto en riesgo su continuidad para el servicio de los mexicanos, pues la empresa sufrió una fragmentación, quedando sólo transmisión y distribución en manos del estado, mientras que en generación se dividió en 6 empresas subsidiarias, que cada vez pierden terreno de participación en materia de generación eléctrica para el SEN.
De tal manera hasta 1999 la CFE mantuvo para el país el 100 por ciento de generación eléctrica, para el 2013, su participación se redujo al 63 por ciento, mientras los privados ganaron terreno en un 37% del mercado. En 2017 la CFE cuenta con 54 % de participación, privados 46 %; en 2018 CFE con 52% y privados 48%, en 2019 la CFE reduce participación al 45 % y privados con el 55%, mientras que para el 2020 la empresa del estado tiene participación del 39 por ciento y los privados el 61 por ciento, y esta proyección se mantiene para los años subsecuentes, lo que generaría a la desaparición de esta empresa, se mencionó en la exposición dictada por Augusto Melchor Rodríguez, superintendente de la CFE en Poza Rica.
Destacó que la CFE, pese a esta condición de competencia con los privados, tiene la obligación de acuerdo con la reforma de 2013 de pagarles su capacidad de generación de energía disponible, aunque no entrega toda la energía producida para introducirla en la SEN.
Además, la reforma de 2013 permite figuras que representan una severa condición de desventaja frente al resto de los consumidores, a través de las figura de Sociedades de Abastecimiento, es decir, generadores privados que simulan tener socios, pero que en realizad son clientes a los que les venden electricidad; también la actual legislación destruye la planeación en materia de generación de energía en el corto, mediano y largo plazo, pues los privados no generan la energía en las zonas del país en donde existe demanda del servicio, sino en donde instalan sus plantas generadoras.
Agregó que la Comisión Reguladora de Energía, de acuerdo con la actual legislación, otorgó permisos de generación eléctrica por 100 mil megawatts, pero la demanda pronosticada para el 2024 solamente es del 50 por ciento, es decir, “hay generación en donde actualmente no se requiere, se está invirtiendo más a través de los privados para una generación que no es requerida”, por lo que no se considera la planeación y demandas futuras, cuando CFE ha trabajado ponderando un crecimiento confiable, que se sujeta a una demanda de entre el 15 al 20 por ciento.
De tal manera la empresa del país, con más de 84 años de servicio, mantiene una reducción constante de su participación en la generación eléctrica, lo que hoy la ha puesto en menos del 40 por ciento en el mercado, ganando cada vez más terreno los generadores privados, con una condición de riesgo económico para los consumidores en lo general.