Bernardo Gutiérrez Parra/Desde el Café
El estado de Sonora es “gobernado”, desde septiembre del 2021, por el que fuera secretario de Seguridad Pública federal, el “morenista” y amigo presidencial, Alfoso Durazo.
Aún así, durante lo que va del 2022 la mayor parte del estado de Sonora vive el peor momento de una larga crisis de violencia y crimen, lo que coloca a la entidad en el lugar número cinco de las más violentas, por la incidencia de homicidios dolosos, por cada 100 mil habitantes.
Y es que para nadie es nuevo que Sonora –igual que Zacatecas, Sinaloa, Michoacán, Baja California, Baja California Sur y Nayarit, entre otros–, es de los gobiernos que por mandato de Palacio se entregaron al grupo criminal aliado del presidente, el llamado “Cártel de Sinaloa”.
Incluso, es público que en pago por “los servicios” a Morena y al presidente Obrador, la exgobernadora y hoy ex priísta Claudia Pavlovich recibió las migajas de un consulado en Barcelona.
Pero tampoco es novedad que que la gestión de Alfonso Durazo al frente de la Seguridad Pública federal resultó uno de los más escandalosos fracasos de la historia, con casi 100 mil muertes violentas en poco más de dos años; una cifra récord en México y el mundo.
Claro, sin contar con una escandalosa alza en el tráfico de drogas, desapariciones, secuestros, extorsiones, feminicidios y, sobre todo, muerte de periodistas, que han convertido a México en un cementerio.
Además de que el hoy gobernador de Sonora llevará colgado de por vida el galardón de haber sido el responsable no sólo de la alianza del gobierno de López Obrador con el Cártel de Sinaloa, sino de la fuga de “El Chapo Guzmán” –en el gobierno de Fox–, y de la ilegal liberación de Ovidio Guzmán, “El Chapito”, en el gobierno de AMLO y de la sospecha del crimen de Colosio, durante el salinato.
Es decir, no podía ser más claro que el de Sonora hoy es un “narco-gobierno”; una plaza escriturada al servicio de la banda consentida del sexenio; “El Cártel de El Chapo”.
Pero también por eso fue penoso el espectáculo escenificado en días pasados cuando un comando del “Cártel de Sinaloa” recorrió por horas la ciudad fronteriza de Caborca, en donde rafaguearon casas, mataron personas y secuestraron ciudadanos, en una clara demostración de fuerza.
Todo ello sin que aparecieran, durante horas, las fuerzas federales.
Y es que, en efecto, una célula del “Cártel consentido” del gobierno, identificados como “Los Pelones”, habría recuperado en solo seis horas la plaza estratégica de Caborca, que había sido arrebatada por un viejo conocido de los mexicanos y los norteamericanos: Rafael Caro Quintero, antaño creador del Cártel de Guadalajara y hogaño enemigo del “Cártel de Sinaloa”.
¿Qué pasó en el municipio desértico de Caborca entre el 15 y 16 de febrero pasado?
Lo mismo que los habitantes de Caborca vivieron en mayo del 2021, cuando un comando armado se apoderó de “la plaza” y “rafagueo”, quemó casas y negocios –entre ellos el centro social Las Palapas–, además de que mató y secuestdró personas, para luego dejar la región en medio del terror.
Sí, lo mismo que vivieron los habitantes de Guaymas, Sonora, en noviembre del 2021, cuando un comando armado recorrió la ciudad “rafagueando”, secuestrando y matando personas hasta que llegó al Palacio Municipal en donde dejaron un mensaje de terror.
Lo cierto es que en Sonora y, particularmente en Caborca, se libra una batalla entre los amigos del presidente Obrador y del gobernador Durazo –el “Cártel de Sinaloa” –, contra otros grupos criminales que disputan los jugosos negocios de la región; negocios de los que no están ajenos ni el mandatario estatal y menos el federal.
¿Negocios criminales en Caborca?
Resulta que por su ubicación geográfica y por su orografía desértica, Caborca es una zona estratégica para el cruce ilegal de todo tipo de “mercancías” al país vecino del Norte.
Y ay de quien se ponga frente a los barones del crimen porque es asesinado, como ocurrió con el jefe de la policía de Carborca, Javier Celaya Ibarra, asesinado junto con su esposa, en su casa, por un comando de desconocidos, días antes del asalto más reciente a Carborca.
Desde “mercancías humanas”; tráfico de personas, drogas, armas, niños, indocumentos y todo aquello que resulte rentable para las bandas criminales pasa de froma ilegal por esa frontera; un codiciado territorio criminal sin ley.
Luego del más reciente asalto a Caborca, el alcalde, Abraham Mier Nogales, debió reconocer que no puede contener a las poderosas mafias criminales. Esó si, llamó al pueblo “a guardarse” a las 10 de la noche, para no poner en peligro sus vidas.
Sí, Sonora, igual que Zacatecas, es un estado sin autoridades estatales, municipales y en donde tampoco existe el gobierno federal; es otra entidad sin ley y entregada al crimen.
Al tiempo.