Raúl López Gómez/Cosmovisión
Antes, durante y después de las elecciones del 2021 en México –en las que se renovaron gobiernos como los de Zacatecas, Michoacán, Sinaloa, Sonora y Guerrero–, aquí documenté de manera puntual que la mano del crimen organizado estuvo presente en ese proceso electoral.
Peor aún, también aporté pruebas de que en esas entidades se instalarían verdaderos “narco-gobiernos”, una vez que los nuevos mandatarios asumieran sus respectivos cargos.
¿Y por qué la certeza de que serían “narco-gobiernos” los surgidos de Morena luego de la victoria de aquel 6 de junio del 2021?
Elemental: porque en el México de López Obrador el gobierno federal, no pocos gobiernos estatales y buena parte de los poderes Legislativo y Judicial están bajo la tutela de las bandas criminales aliadas del presidente.
Sí, para nadie es nuevo –porque el propio Obrador lo confirmó–, que el Cártel de Sinaloa “cogobierna” en México y que, por tanto, desde Palacio se ordenó la entrega de entidades que eran estratégicas para ese grupo criminal.
Así, luego del proceso electoral del 6 de junio del 2021, quedaron en manos del “Cártel del Chapo” los gobiernos de Sinaloa, Sonora, Michoacán, Baja California, Baja California Sur, Nayarit y Zacatecas, entre muchos otros.
¿Y qué ha pasado en esas entidades desde que asumieron los nuevos gobernadores de Morena?
Poca cosa, son las entidades más violentas; con los mayores niveles de criminalidad, los menores niveles de crecimiento y, sobre todo, con un desplazamiento infrahumano de ciudadanos expulsados de sus tierras para ponerse a salvo de la violencia.
Y uno de los casos más escandalosos es Zacatecas, en donde el 12 de septiembre del 2021, David Monreal asumió como mandatario estatal; una familia que por décadas depredó el estado y quien prometió “seguridad, tranquilidad, paz social, desarrollo y empleo”.
Sin embargo, cuando no cumple 6 meses de gestión, el gobernador de Zacatecas –de Morena–, es el gobernador peor evaluado del país, mientras que la entidad que “desgobierna” es la más violenta del territorio mexicano.
Y es que Zacatecas es punto estratégico que disputan distintos cárteles de la droga, lo que ha provocado un reguero de muerte y crimen y uno de los mayores desplazamientos de personas de sus pueblos y rancherías.
Todo en medio del abandono de la población civil a la que no ayudan el gobierno federal, tampoco el mandatario estatal y menos los alcaldes.
¿Y por qué el abandono total?
Porque se trata de un territorio escriturado, desde Palacio, a “El Cártel de El Chapo”; aliado privilegiado del presidente.
Pero es tal el descrédito de Monreal Ávila que, día a día crece el repudio y la exigencia de que renuncie, mientras que legisladores de su propio partido han propuesto “tomar las armas” para la defensa de sus bienes y sus vidas.
Y en medio de la crisis de violencia, la última aparición pública de Monreal enojo a todos –el 6 de enero, en medo del “tiradero de cuerpos” en el estado–, ya que sólo atinó a pedir a los ciudadanos: “encomendarnos a Dios”.
Y es mayor la indignación cuando crece el desplazamiento de miles de familias que dejan casas, animales y ranchos en las comunidades Valparaíso, Montescobedo, Palmas Altas, Jerez y muchos otros, en uno de los mayores desplazamientos humanos del mundo, en tiempos que no son de guerra.
Algunos en sus vehículos, otros a pie, a lomo de mula; miles de familias buscan refugio en medio del repudio a Morena y al gobierno de Monreal; un estado abandonado por el poder federal y por las instituciones del Estado todo.
A su vez, el magisterio estatal paralizó la entidad para exigir el pago de salarios atrasados y la única respuesta del gobierno estatal ha sido “que marchen a la ciudad de México para presionar al gobierno federal”.
Pero la indignación se desbordó la madrugada del 12 de febrero –a cinco meses de la toma de posesión de Monreal–, cuando seis jóvenes que salían de un “antro” fueron “levantados” por integrantes de un grupo criminal.
Una de las jóvenes escapó y acudió a la Fiscalía Estatal de Justicia, en donde nadie hizo nada. Horas después aparecieron los cuerpos sin vida de Alexia, Natalio, Luis Ángel e Irving. Una joven más, de nombre Valeria fue retenida y su cuerpo sin vida apareció el viernes 18 de febrero.
El secuestro y crimen de universitarios indignó a la sociedad zacatecana y rápidamente el mundo conoció el terror que se vive en Zacatecas; una de las entidades con más mexicanos expulsados a Estados Unidos.
Por eso la pregunta.
¿Dónde están el presidente, los poderes Legislativo y Judicial, el gobierno estatal y los mandatarios municipales, en la tragedia humanitaria que viven los zacatecanos?
Lo cierto es que no existen ni el Estado ni sus instituciones, ya que igual que en todo el país, los gobiernos de Morena “están podridos” y son feudos del crimen organizado.
Al tiempo.