Gabriel García-Márquez/Sentido común
De nueva cuenta en este mandato de la Cuarta Transformación, el presidente AMLO, le arrima el caballo, al abogado Ignacio Rey Morales Lechuga, ahora por los trascendentales artículos que se publican en el Gran Diario de México, y se replican miles de veces en las redes sociales, en donde el famoso veracruzano, Nacho Morales, se ha destacado como todo un “influencer” y de plena cercanía con sus seguidores y lectores, pero en forma especial lo siguen los jóvenes de este país,
El notario público de la ciudad de México, más famoso en la capital, constantemente ha sido ventaneado en la famosa conferencia Mañanera presidencial, antes fue por unos terrenos en la zona sur, que le pretendieron endilgar una mala operación, cuando con la honestidad probada y ganada por muchos años de ejercicio profesional, tuvo que buscar desde los antecedentes de más de cien años para corroborar la legalidad protocolaria de esa operación,
En aquella ocasión, hasta le cambiaron el nombre, y hoy de nueva cuenta se le deja sentir todo el peso del aparato del estado, pero por supuesto que lleva pólvora mojada.
A veces da pena ajena, que la persona encargada de lastimar a la prensa desde una tribuna que debería serjusta y objetiva, se ha desacreditado a muchos colegas que para decir las noticias, ante todo corroboran la fuente, y también a la periodista Azucena Uresti, en varias ocasiones le han tratado de desprestigiar vanamente, y sin poderle causar el más mínimo efecto de desprestigio, por el alto nivel de profesionalismo, al igual que el maestro Ignacio Morales Lechuga en sus artículos semanales, que han sido verdaderos antídotos en contra de algunas acciones desproporcionadas, que más bien que criticar les ayuda a los legisladores a que no se desvíen del camino, cuando han pretendido poner mayores limitaciones a la propiedad privada, y entre muchos casos bien manejados por el oriundo de Poza Rica, evitó aquello de que los arrendamientos, había que darle al arrendatario hasta el camión de la mudanza, el tiempo para desocupar y hasta una nueva opción lo que inhibía a quienes rentan sus propiedades.
Ya son varias, y el licenciado Morales Lechuga, con cierta distancia a engancharse en los clásicos dimes y diretes, que no dejan nada más que pérdida de tiempo, le ha respondido al mandatario, de que no es rencoroso, y de que con el paso del tiempo ha olvidado ofensas y agravios en contra de su persona e incluso en contra de su esposa Jacqueline Broc de Morales, que siendo candidato a la gubernatura de Veracruz, por una alianza opositora al PRI, le pretendieron la realizar la clásica confusión y poner en riesgo su vida, la de su esposa y la de sus acompañantes en aquel tiempo.
Después de que el PRD, le retiro el apoyo a su alianza de partidos y sólo se quedó con el Partido Verde y el PT, Nacho Morales, claro que perdió aquella elección por la gubernatura del estado en 1998 en Veracruz, pero ganó perdiendo el respeto de sus paisanos, y además de que de las crisis vienen las fortalezas, se puso a impulsar la ayuda a hospitales públicos, temas del medio ambiente y una lucha frontal en contra de las adicciones.
Pero, además se encuentra vinculado por ser miembro de la Junta de Gobierno de los más importantes hospitales del país, y siendo patrono de la Fundación Gonzalo Rio Arronte, se donaron equipos médicos como nunca a las instituciones de salud.
Con todos los galardones, premios y méritos académicos, además de una gran trayectoria en el servicio público, Nacho Morales, camina en el pantano y sin mancharse.
Por lo que describir toda su trayectoria profesional y personal, llevaría mucho tiempo escribirla, pero lo más importante es que la diferencia entre el decir y el hacer, está el ejemplo, y en eso el licenciado Ignacio Morales Lechuga, se le conoce y reconoce como un triunfador, que se hizo a base de la cultura del esfuerzo, y nunca ha olvidado sus orígenes en Veracruz, además de las amenazas de las que fue objeto en su juventud, en que como dirigente estudiantil el entonces gobernador Fernando López Arias, le sugirió a su familia para él: entierro, encierro o destierro, y por eso emigró a la ciudad de México, para estudiar y trabajar como algo que ha sido la filosofía de toda su vida siempre. Así las cosas.