Andi Uriel Hernández Sánchez/Contrastes
Luego de que el pasado miércoles 25, el abogado y familiares de Itiel “N” revelaron en conferencia de prensa que un juez había desestimado las pruebas que la Fiscalía General del Estado (FGE) presentó en contra del apodado “Compa Playa” por el crimen del diputado local Juan Carlos Molina Palacios que se le imputó, este jueves el gobernador Cuitláhuac García afirmó que existen indicios de que el juez habría sido sobornado con 3 millones de pesos para liberar al presunto homicida, a quien retuvieron en prisión al atribuirle la autoría de otros dos crímenes ocurridos en 2018 en Playa Vicente, municipio del que es originario.
Con el aparente derrumbamiento de este caso, la que quedaría en entredicho es Marcela Aguilera Landeta, titular de la Fiscalía de Investigaciones Ministeriales, quien paradójicamente era muy cercana a Molina Palacios. De hecho, la posición que la ex diputada local y ex militante de la UGOCP viene desempeñando desde que en septiembre de 2019 Verónica Hernández Giadáns sustituyó en la FGE al abogado yunista Jorge Winckler, se le atribuía al desaparecido ex dirigente de la CNC.
Desde un principio, el homicidio del político cuenqueño generó una serie de suspicacias, pues fue ejecutado en el interior de su rancho “Rosa del Alba”, ubicado en el municipio de Medellín de Bravo, que era una auténtica fortaleza, custodiada permanentemente por vigilantes con armas de alto poder. Varios de sus allegados se preguntaban, desconcertados, por qué nadie repelió el ataque a su patrón ni hubo más muertos o heridos. ¿Quién sabía que ese día el diputado no conducía la camioneta blindada que regularmente usaba? ¿Por qué la extraña pasividad de sus familiares más cercanos, quienes no exigían justicia pronta y expedita?, eran otras interrogantes que circulaban en torno a este sospechoso crimen.
Ante este alud de dudas y especulaciones, un mes después del asesinato, en diciembre de 2019, la LXV Legislatura local creó la Comisión Especial para el Seguimiento del Homicidio del diputado Juan Carlos Molina Palacios, cuya presidencia le asignaron al priista Jorge Moreno Salinas, allegado al ex senador, ex candidato a gobernador y actual vicecoordinador de la diputación federal saliente del PRI, Héctor Yunes Landa, quien a su vez le unía también un gran compadrazgo con el extinto legislador.
Otros integrantes son los diputados Alexis Sánchez García, quien figura como secretario, mientras que José Manuel Pozos Castro, Florencia Martínez Rivera, Rodrigo García Escalante y María Josefina Gamboa Torales fungen como vocales. Todos de diferentes partidos y grupos legislativos.
Según el acuerdo de la Junta de Coordinación Política de la LXV Legislatura local que lo creó, este órgano tiene la facultad de dar seguimiento oportuno a los trabajos de investigación de las autoridades competentes, con pleno respeto a su autonomía y esfera de competencia.
Con esta Comisión Especial, el Congreso del Estado pretendía unirse “a las voces que demandan el esclarecimiento de los hechos, que enrarecen aún más el devenir de la entidad e indignan no sólo a una familia sino a la sociedad veracruzana en su conjunto, por haberse atentado contra un representante popular.”
Pero ahora, con la desestimación del juez de las pruebas aportadas por la FGE, ¿qué dirán?
Otro hecho que enrareció más el crimen de Juan Carlos Molina fue la ejecución de su suegro Francisco Guízar Pavón, un millonario ex trabajador de Pemex oriundo de Tierra Blanca y conocido como el “Rey de las gasolinas”, quien en febrero de 2020, tres meses después de la muerte del diputado, murió acribillado de 30 balazos cuando circulaba sobre el Bulevar de las Cascadas en Lomas de Angelópolis, en la ciudad de Puebla.
Dicen que una diputada local que sabría el verdadero trasfondo de ambas tragedias sería la guapa representante popular del distrito electoral de Perote, Ivonne Trujillo Ortiz, de Movimiento Ciudadano, ya que otro personaje que presuntamente disponía también de información de primerísima mano era el presidente de la Unión Nacional de Productores de Caña de Azúcar de la CNC, Daniel Pérez Valdés, quizá el compadre más querido por Molina Palacios que falleció a mediados de mayo pasado. ¿Será?