Raúl López Gómez/Cosmovisión
· La aviación mexicana se prepara para la bonanza
· Pretenden revivir compañías con capital dudoso
· Crisis en Campeche por la mala selección del PRI
Por inversiones e inversionistas no hay crisis.
En plena pandemia y pese al amago de una tercera oleada de contagios y muerte, la aviación ha pasado de una crisis generalizada a proyecciones de éxito.
Eso incluye revivir, con sus nombres originales u otros, a empresas por ahora virtualmente desaparecidas como Mexicana de Aviación e Interjet.
Porque solamente hay una compañía conocida por su salud financiera, Volaris, porque ha privilegiado el servicio al público sobre la administración.
Es decir, prefiere desembolsar en todo cuanto repercute a los usuarios en lugar de asignar altos salarios al personal de oficinas.
Esto afecta, claro, los salarios de ejecutivos, pilotos, sobrecargos, supervisores y quienes atienden en mostradores, salida y aterrizaje de vuelos.
Bien guiada por Pedro Aspe, ex secretario de Hacienda y Crédito Público, tiene todos sus pagos en regla ante el Sistema de Administración Tributaria (SAT) de Ranquel Buenrostro, Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA) Oscar Agüello, los Servicios a la Administración en el Espacio Aéreo Mexicano (Seneam) de Víctor Manuel Hernández y demás.
No sucede lo mismo con otras.
Le sigue en salud financiera Viva Aerobús de Roberto Alcántara, aunque con algunas deudas pendientes de actualizar.
UNOS CAPITALES MUY DUDOSOS
El tema es el movimiento.
La danza lleva mucho tiempo, como informamos aquí el 24 de junio bajo el título Llueven ofertas para resucitar Mexicana de Aviación, pero…
Ya la decisión está tomada y se analiza el camino más conveniente, asumirla con todas sus deudas pero con slots y rutas, o crear una sucedánea.
Se le inyectarían recursos públicos, pero la novedad estará en los capitalistas invitados -ayer Reforma puso al frente a Salvador Alvarez, director de Altán Redes y ligado a la 4t- y tardaremos en conocer a los verdaderos accionistas.
Otro tema es cómo se pretende también revivir a Interjet, ahora condicionada a la suerte judicial de Miguel Alemán Magnani, Alejandro del Valle y Carlos Cabal.
Todo este interés se da mientras la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) nada hace por recuperar la categoría 1 ante las autoridades aeronáuticas de Estados Unidos, el subsecretario Carlos Morán se dedica a pláticas motivacionales y no tiene comunicación con su jefe, Jorge Arganiz.
CAMPECHE: PERO QUÉ NECESIDAD
1.- La oposición está en problemas en Campeche porque quiere.
En especial el Partido Revolucionario Institucional (PRI), quien tenía en Eliseo Fernández Montúfar al candidato idóneo para retener la gubernatura.
Pero lo desplazó en beneficio de Christian Castro, sobrino del dirigente nacional Alejandro Moreno, Alito, y el alcalde con licencia de Campeche decidió irse a Movimiento Ciudadano (MC).
Castro afirma haber ganado a Layda Sansores, pero el cochinero del partido del gobierno obligó a la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) de Felipe Fuentes Barrera a ordenar un recuento.
Este avanza entre tumbos y presiones de Morena con un resultado incierto.
Diría El Divo de Juárez: ¿pero qué necesidad?
Y 2.- el gobierno y su aparato electoral ya se saborean Aguascalientes.
Todo mundo lo vería como estado impenetrable para el tabasqueño, pero Marko Cortés ya es juez y parte en la postulación para el año próximo.
El juega con la alcaldesa con licencia y diputada electa María Teresa Jiménez y desde ahora pretende desplazar al senador Antonio Martín del Campo.
De antemano puede afirmarse: el presidente panista no puede ser árbitro y ya se advierte la división… a favor de Morena, claro.