Gabriel García-Márquez/Sentudo común
Al final de estos tres primeros años del presidente Andrés Manuel López Obrador, con las famosas elecciones intermedias, lo que se vislumbra es un voto diferenciado en donde la gran mayoría de los ciudadanos sigue creyendo en su persona en más de un cincuenta por ciento, pero así de su gobierno al que se le da calificación reprobatoria.
Que significa, que AMLO tiene un fuerte capital político, que no es el de Morena o de otros personajes, que se han pretendido montar en su fama y en sus éxitos políticos.
Ahora, bien, con el actual proceso electoral, lo que se debate es la sucesión de AMLO, y la gente ya empieza a sentir preocupación por lo que viene en el 2024, y al parecer el predominio es de refrendar un sexenio más al personaje más cercano al político tabasqueño, y por lo pronto el que se le percibe así, es Ricardo Monreal.
Luego entonces, los comicios del domingo, en nada tienen que ver con AMLO y simplemente en un voto diferenciado los ciudadanos estarán ejerciendo su voto y sin problema, a pesar de que se percibe a un país polarizado entre quienes quieren al presidente y en quienes no le dan su voto de aprobación, pero eso estará por verse en el ejercicio que se hará en agosto sobre la revocación del mandato o no.
Así es, los que se desgarran las vestiduras queriendo subirse a la fama del presidente, están equivocados, porque las elecciones no dependen de Morena o de una alianza, que simplemente está en el mismo rasero que la alianza del PAN, PRI y PRD, sin conocerse hasta el momento ninguna tendencia real, porque hay un dilema de poca información a las encuestas y sondeos de opinión.
Entonces, todos a esperar al domingo para ejercer el voto sin ninguna coacción, y que nadie se amedrente por los grupos subversivos que andan intentando meter miedo a la población en la ciudad de México, como viles golpeadores al servicio de la maestra Elba Esther, quien antes apoyó a Fox y Calderón, ahora se corta las venas por AMLO, y de esa forma nadie le cree, aunque ande haciendo más ruido del necesario.
Que nadie se deje atemorizar y que cada quien cumpla con su deber de votar, sin ninguna presión, porque de eso se trata en la democracia de ganar o perder, y luego cada quien, a seguir en sus actividades personales, sin problema. Así las cosas.