Gabriel García-Márquez/Sentido común

GASOLINA PREMIUM SIN SUBSIDIO

De nueva cuenta el precio de la gasolina se fue por las nubes, luego de que la Secretaría de Hacienda y Crédito Público eliminara el subsidio a la gasolina Premium a partir del 17 de abril, de manera que la recaudación por cada litro vendido será de 3.56 pesos.

La gasolina Magna seguirá con el subsidio de 1.55 pesos por litro, lo que significa un apoyo fiscal de 33.8 por ciento. Aun cuando este es el combustible que más se vende en el país, no da el mismo rendimiento a los consumidores, por lo que el incremento en el precio de la gasolina Premium sí le pegará al bolsillo de los automovilistas.

Esta semana el precio de la gasolina Premium se fue muy por encima de los 20.80 pesos y en algunas gasolineras llegó a 21 pesos, por lo que en las estaciones de servicio donde se ofertó en menos de 20 pesos se formaron largas filas para llenar el tanque.

De manera que la promesa del gobierno de que el precio de la gasolina disminuiría y que no habría gasolinazos, quedó en promesa de campaña nada más, porque durante los últimos meses el precio ha ido hacia arriba sin control alguno.

Lo mismo sucede con el diésel que está cada vez más caro, aun cuando se mantiene el subsidio de 0.09 pesos, es decir un apoyo del 1.64 por ciento, lo que representa una recaudación para el gobierno de 5.52 pesos por cada litro vendido.

El incremento del precio de los combustibles ha propiciado que la venta de huachicol siga proliferando, sobre todo en las carreteras y autopistas donde descaradamente los huachicoleros se dejan ver con sus garrafas, para ofrecer abiertamente el producto a los traileros.

De seguirse elevando los precios de los combustibles, los precios de todo tipo de productos seguirán subiendo, afectando el presupuesto de las empresas y como consecuencia de las familias, que ya no saben cómo libra la crisis.

Ojalá la Secretaría de Hacienda vuelva a autorizar el subsidio a las gasolinas o el presidente de la República pueda hacer algo para mantener bajo el precio del combustible, de manera que los automovilistas puedan llenar el tanque de su vehículo, para trasladarse puntualmente a su centro de trabajo, sin dejar de cubrir las demás necesidades de su familia.