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CÓRDOBA, Ver., 23 de septiembre de 2020.- Sebastián un niño de siete años, que al igual que otro pequeño de nueve, era obligado a trabajar, salió como todos los días a las calles de Córdoba a vender dulces que ofrecían.
Ambos, eran vigilados por un adolescente de 13 años que se encargaba de que cumplieran la encomienda.
La cotidianidad de Sebastián fue alterada debido a que sufrió el ataque de un perro pitbull que se escapó de una casa.
El pequeño de siete años no pudo evitar las mordidas del feroz animal, y tras ser auxiliado fue llevado a la Cruz Roja y se dio aviso al DIF municipal.
Personal del área de Atención y Protección a Infantes y Adolescentes que atendió el caso descubrió que Sebastián presenta huellas del maltrato más cruel que pueda sufrir un niño, quemadas de cigarros, azotes, e incluso tiene marcadas unas iniciales en su espalda.
Su dorso está marcado con una X, huella que dejaron los azotes.
El pequeño Sebastián fue atendido por las mordidas del pitbull y, psicológicamente por el abuso al que era sometido, pues además del maltrato era obligado a trabajar al igual que el otro menor que escapó.
Ahora Sebastián ya se encuentra en la casa Hogar de Córdoba, donde es asistido por el DIF, cuyo titular Isaac Luz López aseguró que procederán penalmente contra quien o quienes obligaban a Sebastián a trabajar exponiendo su integridad física.
Luz López indicó que ya inició la investigación, sin embargo no pueden aportar más información por la secrecía del caso, para poder castigar a los responsables del maltrato y abuso a Sebastián, a quien la mordida de un perro lo salvo de seguir viviendo en un infierno.