
En Cosoleacaque vuelca ADO; un fallecido y 5 lesionados
COATZACOALCOS, Ver., 11 de agosto de 2020.- Alfredo dedicó los últimos años de su vida a crear un restaurante en Coatzacoalcos, “La Tilapia”, y el 27 de julio este negocio cumplió su tercer aniversario, pero él ya no pudo celebrarlo.
El 16 de julio fue privado de su libertad justo frente a este lugar al que dedicó pasión, esfuerzo y todos sus ahorros. El pasado viernes lo localizaron sin vida sobre la autopista Nuevo Teapa-Cosoleacaque.
“Tres años cumplió, lamentablemente él no pudo estar para el aniversario de su negocio, el 27 de julio él ya no estaba”, expresó su esposa Margarita.
La señora Enereida jamás olvidará cómo se llevaron a su hijo de 33 años; con un nudo en la garganta y lágrimas recuerda esa noche que se llevó parte de su vida.
“Se lo llevaron el 16, a las 7:30 de la noche, acá enfrente lo sacaron de su restaurante, lo único que le dijeron a él fue no corras, ‘yo por qué’ dijo, ‘yo qué hice’, y se desvaneció, mi hijo ya no supo nada”.
Cuando lo subieron al carro él no se dio cuenta de nada porque lo llevaron en pesos, lo subieron, iban bien despacito los carros, se dio cuenta mucha gente cómo se lo llevaron”, relató.
Alfredo cocinaba para ofrecer calidad a sus clientes, desde el inicio fue apoyado por su familia, él soñaba y se esforzaba para que su restaurante fuera uno de los mejores de Coatzacoalcos, iba por buen camino y eso no sólo llamó la atención de los porteños, presuntamente también de los que se dedican a hacer el mal a costa de la superación de los demás.
Este joven también se había unido a un grupo de deportistas, buscaba cambiar su estilo de vida y lo estaba logrando. Este domingo cerca de cien personas corrieron medio maratón en su honor, correr 21 kilómetros era el reto que anhelaba cumplir y hoy sus compañeros y amigos lo hicieron por él.
“Sí, muy difícil porque para los que conocimos, el Changuito, yo recuerdo todavía el último viernes que corrimos, yo quiero dejarles algo en su corazón, él me jaló y me dijo Pablo, yo quiero buscar a Dios, yo creo que ya sentía algo, yo recuerdo y me dijo ayúdame a aceptar a Jesús en el corazón, así lo vamos a recordar, como una persona alegre”, expresó Pablo, uno de sus compañeros.
Alfredo deja a una madre y esposa desconsoladas y un pequeño huérfano de padre, su familia pide justicia para que este crimen no quede impune.