
Teresa Gil/Libros de ayer y hoy
Perdedores no aceptan triunfo de AMLO
Las presiones, repudios y reclamos de los falsarios de este país, que no se han acomodado a aceptar la derrota, siguen en el vano intento de no dejar gobernar al presidente Andrés Manuel López Obrador, que resiste y va contra viento y marea en contra de todas las problemáticas que se han presentado desde el inicio de su mandato, pero sobre resolviendo lo del “tiradero” que dejaron lo que se fueron.
Los voraces, ambiciosos y mezquinos que se acostumbraron a vivir con el poder, y a sus anchas, son los que andan llorando, y no se cansan.
El avasallador y rotundo triunfo de AMLO en la elección presidencial, los dejó perplejos a unos y a otros incomodos que no resisten al dolor de la derrota que no se aceptan, luego de noventa años de usufructuar al país, y que no pudieron agotarlo, a pesar del saqueo de la riqueza y de los abusos de poder, acompañados de corrupción e impunidad.
Pero, los que añoran retornar al poder de este país, andan haciendo ruido a lo tonto, pero como se dice en alvaradeño, porque quieren quitar el poder al presidente AMLO, sin ver que los pobres y clasemedieros le dan un apoyo generalizado.
Los cambios de las viejas estructuras a un sistema que llegó a su fin, y las nuevas políticas públicas que les han quitado poco a poco la ubre –porque no se ha podido a hacer de golpe—es una lenta agonía que los tiene furiosos a todos aquellos que anduvieron también en la comparsa aplaudiendo, los ricos y los dueños de los medios de comunicación en su mayoría, ya venidos a menos.
Hay que dejar pasar el tiempo, ver el horizonte, y los que no le han querido dar el beneficio de la duda a AMLO, que se esperen a los tiempos electorales, porque ahora son tiempos de una emergencia seria, inesperada y nunca antes sufrida, pero los ambiciosos del poder no se resisten a esperar y al parecer siguen en campaña.
Porque no reconocen el triunfo del político tabasqueño, que se las ganó, como cuando celebraban con todo y la “Roque señal”, que decían en aquellos tiempos, entiéndase en el lenguaje cristiano les ganamos, pero también dicho en alvaradeño, lenguaje coloquial universal, que ayuda a explicar la perversidad de aquellos políticos que quedaron viviendo en los millones y con casa en EU y se siguen quejando a gritos. Así las cosas.