
José Luis Enríquez Ambell/Café de mañana
La agenda informativa y el “rating”
Con la experiencia que le dan los años en la actividad política y el servicio público en donde comenzó a trabajar desde muy joven, sobre todo en el campo rural, el presidente Andrés Manuel López Obrador, maneja con mucha facilidad o maestría, el tema de la agenda informativa en el día a día,por lo que casi es su propio jefe de comunicación social.
El político tabasqueño, sin querer queriendo se adjudicó un primerísimo lugar en la nota periodística diaria de todos los medios de comunicación y de las redes sociales, que le dan su envidiable posicionamiento de aceptación y simpatía entre las mayorías de la población nacional.
Los analistas y expertos en materia de periodismo y comunicación, a partir de su triunfo electoral en el 2018 por la presidencia del país, luego de una lucha que le costó varios años, ven que AMLO, se mueve como pez en el agua, y en su accionar político de realizar un compromiso con los pobres e indígenas a los olvidados, con personas de la tercera edad, personas de capacidades diferentes, jóvenes con becas para estudio y empleo, además de los programas de apoyo al campo, esto le ha generado una significativa molestia por parte de algunos sectores de la población considerada pudiente, que no les calienta ni el sol.
El carisma y talento del presidente López Obrador, ha tenido un gran reconocimiento, al utilizar un modelo de un lenguaje claro y sencillo en la comunicación con la gente, y que,desde el inicio de su mandato con las conferencias de prensa mañaneras, el índice de seguidores va en aumento de forma significativa y esto genera mayor molestia a algunos que no esconden la envidia, el rencor y hasta odio que demuestran por la mirada de justicia social a los pobres de este país.
Pero, en el estira y afloje que se da entre unos y otros, se ve que, en materia mediática, el presidente AMLO llegó a su principio de Peter, y por lo mismo se avizoran cambios urgentes en las distintas áreas de la prensa y comunicación presidencial, que se ve agotado luego de un año de mucha intensidad y del debate ríspido entre medios de información, el presidente y algunos personajes de su gabinete, que se suben al ring, quizás para ganar mayor aprobación del titular del ejecutivo federal.
En el nuevo modelo de la comunicación social en la era de AMLO y la Cuarta Transformación, quedó atrás todo lo que se aplicó en el viejo régimen, “el chiqueo para los periodistas”, “el cachondeo a los dueños de medios de comunicación de prensa, radio y televisión y sobre todo las súper atenciones para aquellos que por lustro y décadas se sintieron las joyas en el “pull” de prensa de presidencia con todo pagado en las giras. Y eso se acabó, por lo mismo la lloradera y las caras largas de quienes extrañan abundancia y privilegios.
En el análisis minucioso de los contenidos de los spots de televisión de ahora, ya con menos bombardeo a la gente en los medios televisivos de antes, que se sentían intocables y paridos por los dioses, en la decodificación de los mensajes, se ve la realidad de las mayorías con la aparición por primera vez de personas de rasgos de la generalidad de la población, y eso ha sido un avance significativo que se debe reconocer, al quedar atrás aquella discriminación de los dueños y productores de la tele, de poner a gente de ojos claros y de piel blanca.
Ahora, el análisis semiótico, da la sensación a las grandes mayorías de existencia, sí ahora se ve una realidad y se dejó de lado esa tendencia de imitar y de igualar la cultura del vecino país del norte o de los países europeos.
Por eso, hay que aclarar que el presidente AMLO, tiene razón de que la gente lo cuida y lo protege, por lo que se ve mal los disparates de algunos funcionarios públicos muy criticados por usar en las redes sociales un lenguaje soez y ofensivo para pretender contra atacar en una supuesta ayuda al presidente, que no le abona mucho a su visión de apertura a las libertades constitucionales.
¿Qué va a pasar? El capital político del presidente Andrés Manuel López Obrador, es de él y lo construye con largas jornadas de trabajo en el día a día y las giras por provincia los fines de semana, para informar de forma directa a toda la gente.
A diferencia de la mayoría de los funcionarios de su gabinete que se pierden en una diferencia abismal del carisma natural y autenticidad de AMLO, que lo llevan por una ruta de éxito, cuando ahora en sus giras de trabajo de fin de semana, la gente lo espera de forma tumultuosa para saludarle, darle ánimo, tomarse una foto y darle mucho calor humano, algo que nunca se había dado de esa forma natural con un presidente en este país,
En la tendenciosa manipulación de la información de los medios tradicionales de la comunicación como lo son las televisoras, desplazados en el “rating” por un solo hombre, y que les canceló los jugosos convenios y privilegios, ahora tratan de hacer ver como si se tratara de protestas a los embates de cariño de la gente con el presidente, como sucedió en su estado natal Tabasco, este sábado, que le salieron al encuentro para dar una salutación natural, y eso les calienta mucho a los detractores de hoy que fueron los privilegiados del ayer, pero no se resignan a vivir una nueva realidad mediática.
El cambio de rumbo en la comunicación social va a ser necesario, más no indispensable, emplear ahora un nuevo esquema de entrevistas en el estudio o de encuentros con todos los periodistas y reporteros de los diversos medios informativos y de las redes sociales, aunque le quiten un poco de tiempo a las horas de trabajo de oficina,
Y es simple, la gran mayoría de los colegas sobre todo los de la tele y la radio, se les ve trompudos, enojados y molestos, porque simplemente dejaron de existir en la clásica metáfora de los medios, ante la avasalladora imagen del presidente, que ahora, en aras de la democracia tendrá que echarle la mano para ayudarles a subir el rating, antes de comiencen a desparecer de la barra programática, porque la gente se cansó de los que antes adularon y fueron comparsa del poder, así de simple y sencillo. Así las cosas.