Andi Uriel Hernández Sánchez/Contrastes
Vaya que el futurismo político está desatado no sólo en Veracruz sino también en Zacatecas.
Y es que ayer un diario de la Ciudad de México publicó que este miércoles causó revuelo entre la clase política zacatecana la visita de la secretaria de Energía, Rocío Nahle García, a quien ven como posible aspirante a la gubernatura de su entidad natal en el 2021.
Cuentan que para salir de dudas, le formularon la pregunta respectiva a doña Rocío, quien con una enorme sonrisa sólo se limitó a decir: “¡Ah, caray! Bueno, yo soy zacatecana de nacimiento. Estoy cubriendo ahorita la Secretaría de Energía y, pues, vamos a trabajar fuerte en eso”.
Sin embargo, para quienes saben leer entrelíneas, les pareció entender que la titular de la SENER no tiene el mínimo interés de gobernar el estado que la vio nacer, sino la entidad donde radica desde hace casi 30 años, pues recién egresada de la Facultad de Ingeniería Química de la Universidad Autónoma de Zacatecas se vino a trabajar al Complejo Petroquímico de Pajaritos, en Coatzacoalcos.
Por ello es que dicen que Nahle García suele expresar que su ombligo está en Zacatecas, pero su corazón en Veracruz.
Pero, con su evasiva respuesta, la ingeniera zacatecana también dejó entrever cuál es actualmente su prioridad, descartándose tácitamente para suceder al gobernador priista Alejandro Tello Cristerna.
Y es que a quienes le tocaron el tema sucesorio, la senadora de Veracruz con licencia les recordó que «estoy cubriendo ahorita la Secretaría de Energía» y que «vamos a trabajar fuerte en eso». O sea que difícilmente buscará separarse de la SENER para contender el año próximo por la gubernatura de su estado natal, pues el presidente Andrés Manuel López Obrador la incorporó a su gabinete y le encomendó la construcción de la nueva refinería de Dos Bocas, en Tabasco, uno de los principales proyectos de la presente administración que el Jefe de Ejecutivo federal está impulsando en su terruño.
Inclusive, de los buenos resultados que entregue Nahle antes de 2024 podría depender su postulación al gobierno de Veracruz, sin perder de vista también que la sucesión del gobernador Cuitláhuac García será sumamente complicada y que coincidirá con el relevo de AMLO, quien ya no aparecerá en la boleta electoral como en el 2018, cuando arrasó en las urnas y catapultó a sus candidatos a gobernadores que, como García Jiménez, hasta la víspera de los comicios mantenían un empate técnico en las encuestas con sus adversarios, principalmente del PAN.
Así que todavía habrá que ver si aparte de concluir a tiempo la refinería de Dos Bocas, doña Rocío tiene suficiente punch para garantizarle al candidato o candidata presidencial de MORENA los suficientes votos en Veracruz.
Por ello es que tampoco habría que descartar al también senador con licencia Ricardo Ahued, otro veracruzano adoptivo, actual titular de la Administración General de Aduanas, pues López Obrador podría mandar al oriundo de Pachuca, estado de Hidalgo, como bateador emergente en el 2024.
En los próximos cuatro años todavía pueden suceder muchas cosas, y primero habrá que ver cómo les va en el 2021 a los candidatos del Presidente en la elección intermedia de diputados federales.