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Tavo Ruiz, precandito único a alcaldía de Alvarado por el PAN
MORELIA, Mich., 28 de julio de 2019.- En la antesala del momento de las definiciones, el PRI solo tiene dos propuestas: la que divide y resta; la que denosta y ataca. Y la que incluye y promueve la unidad; la que propone y argumenta.
Así define Alejandro Moreno el proceso interno de selección de la próxima dirigencia nacional priísta.
Con 24 entidades federativas recorridas y un amplio activo de simpatizantes, el campechano emplaza a sus contrincantes a un trabajo en respeto y unidad, y a que cuiden al partido y pongan la mira en la elección de 2021.
En entrevista exclusiva con Quadratín, Alejandro Moreno anticipa que una amplia participación de la militancia —6.5 millones de priístas— podrá sepultar la figura de la cúpula, aquella que quitaba y ponía, aquella que marginó a la base, aquella que sepultó al partido.
Católico, el gobernador con licencia arguye que primero Dios, obtendrá el apoyo de millones de militantes y una victoria contundente que de paso a una dirigencia victoriosa en las próximas elecciones.
Categórico, niega ser un entreguista al gobierno de Andrés Manuel López Obrador, y llama despistados y pendencieros a quienes le apodan Amlito en lugar de Alito, por las deferencias hacia el tabasqueño durante su paso por la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago).
Dice que son leyendas urbanas y que hay testimonio, durante las campañas, del rechazo y el señalamiento previo contra el hoy presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador.
Resalta que no comparte el proyecto político de Nación del tabasqueño, ni la conducción actual del país, pero aclara que por sus posiciones, se tuvo que construir una nueva relación política de respeto, siempre pensando en favor de los campechanos.