Raúl López Gómez/Cosmovisión
Avance democrático nacional
El desafío del presidente Andrés Manuel López Obrador, al tema de llevar a una consulta popular para la revocación del mandato del titular del ejecutivo federal a la mitad del periodo gubernamental, desde la delirante oposición desgastada y agonizante del PRI, PRD, PAN y MC, que intenta frenar esta acción, al considerar que debe ser antes o después de la fecha de las elecciones intermedias en el 2021.
Por lo pronto, AMLO, frio y desafiante les propone que sea el domingo 21 de marzo del 2021, aprovechando que se trata de una fecha histórica en la que se conmemora el natalicio del Benemérito de las Américas.
Pero, mientras se ponen de acuerdo, toda vez que la decisión requiere de una mayoría calificada en el senado, en la realidad la cuerda se tensa en torno a la Cuarta Transformación, cuando el próximo 1 de julio de este año en que se cumple el primer aniversario del triunfo electoral de Morena con López Obrador y sus aliados, desde el sector neoliberal Fifí de la ultraderecha mexicana, se le está organizando al presidente de este país, la tercera marcha de protesta para denostar a su gobierno, que significa un cambio a los que gobernaron los últimos noventa años a esta nación.
No hay que olvidar que AMLO, reconoce su tozudez, con lo que demuestra su intención, una vez más de enfrentarse a los grandes retos personales, que por su persistencia lo llevaron a ocupar la presidencia del país, después de varios lustros de intensa lucha social y ahora se pone a prueba y dejar un presente sano a la democracia nacional, aunque hay a quienes les molesta y causa escozor el tema de la revocación del mandato.
Desde 1988 en que se dio con el Frente Democrático Nacional fundado por Cuauhtémoc Cárdenas, Porfirio Muñoz Ledo y Heberto Castillo, entre otros distinguidos miembros de la izquierda de este país, el propio presidente López Obrador, se convirtió en un ejemplo en la lucha política.
Desde el análisis frio, es importante destacar, que lo que ha pretende el político tabasqueño, es llevar a la política del país a un alto nivel de democracia, por eso hasta es increíble que desde una posición partidista se limite el hecho de que se establezca por primera vez en la historia de esta nación la revocación del mandato del presidente.
Desde luego, que en el ambiente democrático se están revisando los mecanismos que reduzcan presupuestos de la costosa maquinaria electoral de los propios partidos políticos y de la desaparición de los organismos públicos electorales en los estados, así como la disminución del número de consejeros en el INE en todo el país,
Por lo pronto, el doctor José Narro Robles, renuncia al PRI y a su vano intento de ser dirigente nacional, cuando no entendió las reglas del juego del partido en que dice militó 46 años, pero lo grave, porque no es un niño caprichoso, cuando vio perdida la contienda por el estilo de siempre del nonagenario partido que requiere de un dirigente joven, se va quejándose amargamente y culpa a gobernadores priistas, al ex presidente EPN y hasta recala con el actual gobierno federal, que ni duda cabe de que no le interesa este proceso.
La postura del doctor Narro, es insana, cuando descalifica todo y huye con una salida que pareciera una puerta falsa, al culpar a todos, de lo que considera que nunca se dio cuenta de los formatos en el priismo y en la realidad se va con los años encima, y derrotado con una postura natural mesiánica que demuestra frustración, severo trauma y hasta demencia senil.
Mejor que disfrute de su jubilación, porque con tantos años de militancia en el priismo, ahora culpa a todos hasta del mal tiempo, y sin reconocer que él mismo creó su propio huracán.
Con todo y su poder académico, el doctor Narro, se percibe hasta ingrato al barrer para atrás y culpar a su ex jefe político de que no le da el aval o su voto de calidad, quizás para cumplirle su última voluntad.
También, aquí la graciosa huida de Narro, es sospechosa, porque en el desastre y en la tormenta que se avecina con el ex presidente Peña, investigado de corrupción en EU, mejor decide, poner los pies en polvorosa. Al tiempo. Así las cosas