Raúl López Gómez/Cosmovisión
* HIPÓLITO, REBASADO
Cansado e indignado por el trato que ha recibido del alcalde Hipólito Rodríguez Herrero, quien no ha logrado frenar a los tres grupos que se disputan el poder y los recursos financieros del Ayuntamiento de Xalapa, Roberto Tejero Castañeda renunció a la Tesorería Municipal desde hace 15 días.
Profesional, serio, responsable, como se lo demostró al ex jefe de Gobierno capitalino Marcelo Ebrard Casaubón cuando sirvió como director de Presupuesto de la Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México de 2007 a 2009, el tesorero del Ayuntamiento morenista tiró la toalla agradeciendo “diplomáticamente”, a través de un oficio bien escrito, la encomienda recibida desde el 1 de enero del presente año.
Con firmeza se presentó ante Rodríguez Herrero, quien con los ojos desorbitados, sin dar crédito a lo que escuchaba, se negó rotundamente a aceptarle el documento en el que exponía su dimisión con carácter de “irrevocable”. Dicen que el munícipe de MORENA le suplicó que se quedara, que le diera oportunidad de encontrar a otro profesional de gran perfil, como al inicio de su gobierno comentó don Hipólito a la prensa local, aduciendo que en la aldea xalapeña no había “perfiles” de este nivel.
Tejero Castañeda, recomendado por Andrés Manuel López Obrador para administrar los recursos de los xalapeños, quería cerrar así un ciclo de intrigas y lucha de poder al interior del gobierno municipal, bombardeado por tres bandos: el de la síndica Ivonne Cisneros Luján; el del regidor primero Eric Omar Rodolfo Juárez Valladares, y el de la pareja sentimental del alcalde, Rosío Córdova Plaza. ¿El gran dilema? No tener poder de decisión, pero sí toda la responsabilidad legal y administrativa avalada por su firma.
La síndica Cisneros, que es como la sombra de Hipólito, además de que por ley tiene responsabilidad administrativa en el manejo de los recursos, se ha excedido en sus funciones y ha bloqueado, ad libitum, trámites y gestiones para resolver problemas inmediatos de la ciudad, como el arreglo de los camiones de recolección de basura que necesitan reparaciones permanentes. Para tener una idea de las trabas burocráticas que le han impuesto a Tejero Castañeda, los proveedores de la toma de protesta del alcalde y de la instalación del Cabildo todavía no han sido liquidados. Entre estos están los que instalaron la lona del back, que la síndica mandó a cambiar de última hora porque no tenía su nombre impreso, y el sonido a la empresa Mac audio, los cuales estarían amagando con demandar.
Los problemas que se han registrado en la Tesorería, desde el inicio del gobierno, como la falla del Excel en el cálculo del Proyecto de Egresos del municipio, con un pequeño “error” de 200 millones de pesos; el dejar sin salario a regidores y personal de confianza, el quitar la seguridad social de un plumazo a los empleados de confianza, el descuento ilegal del ISR al personal, por un error administrativo, también, entre una gran cantidad de situaciones, no se compara con el terror al que ha sido sometido el Tesorero con estos tres grupos que se pelean por el control del dinero del Ayuntamiento.
Quizá por eso, pese a que don Hipólito Rodríguez le imploró que se quedara, Tejero Castañeda tomó la decisión de irse ya que seguramente asumirá algún otro encargo que López Obrador le conseguirá en otra parte del país, dada la confianza que representa para el grupo político e intereses del candidato presidencial que actualmente encabeza las encuestas.
Su salida, obviamente representará un gran golpe político para el alcalde Rodríguez Herrero, ya que se vendría a sumar a la de Heberth Gabriel Torres Magaña, de la Dirección de Recursos Humanos; así como a la destitución de Jorge Alberto Moctezuma, de la Dirección de Administración de la CMAS, quien no solo fue acusado de maltratar a los empleados sino que también habría sido presionado presuntamente por el grupo de Ricardo Ahued Bardahuil, actual candidato a senador de MORENA, por haber entregado 20 millones de pesos en efectivo a los operadores de la campaña lopezobradorista; y de la salida del reconocido artista Alejandro Schwartz Hernández de la Subdirección de Cultura, por haber firmado un oficio en donde pide a colaboradores falsear información para la Declaración Patrimonial.
Por eso don Hipólito le rogó, suplicó y pidió de favor al tesorero que se quedara unos días más. Ya van dos semanas. ¿Cuánto tiempo aguantará? No sabemos, pero el munícipe, que en estos días regresa de su segundo periplo internacional, ahora de Omaha, Nebraska, en Estados Unidos, seguramente tendrá que desactivar esta bomba, una más, de las muchas que están por estallar en el Ayuntamiento de Xalapa.
RECHAZAN PUENTE EN LAS ÁNIMAS
Por cierto, el conflicto por el proyecto del puente que un empresario de bienes raíces quiere construir para conectar sus desarrollos residenciales con los de la zona de Las Ánimas, sigue creciendo sin que el Ayuntamiento que preside Hipólito Rodríguez encare y fije claramente su posición ante este problema.
Anteayer salieron a manifestarse centenares de vecinos para rechazar este proyecto porque aseguran que aparte de afectar la movilidad impactará el medio ambiente en esa zona residencial del sur de Xalapa, misma que de por sí ya presenta serios problemas de circulación vehicular.
Este miércoles, entrevistado en un noticiero radiofónico, el dirigente estatal del Movimiento Territorial (MT) del PRI, Víctor Rodríguez, quien reside en La Reserva de Las Ánimas, llamó a esta polémica obra “el puente de la mentira y la corrupción”, pues dijo que será financiada y hecha totalmente por un particular, cuya inversión ascenderá a 20 millones de pesos, por lo que deduce que las utilidades que obtendrá por la venta de sus desarrollos habitacionales serían de aproximadamente 200 millones de pesos.
Rodríguez llamó al alcalde de MORENA a fajarse los pantalones y a cancelar definitivamente este paso vehicular que, comentó, sospechosamente fue aprobado en noviembre de 2017, a casi un mes de que concluyera la anterior administración municipal.
El líder priista emplazó a Hipólito Rodríguez a demostrar que quienes votaron por un auténtico cambio en las elecciones municipales del año pasado no se equivocaron al elegirlo a él.