Lista pavimentación de Mar Mediterráneo en Costa Verde de Boca del Río
SAN ANDRÉS TUXTLA, Ver., 2 de marzo de 2018.- Lleno de misticismo, energías positivas y negativas, así se festejó el primer viernes de marzo en la zona de los Tuxtlas, con la llegada de miles de visitantes y la celebración de la Misa Negra.
En la región, los brujos realizaron diversas ceremonias donde se pedía el apoyo del inframundo para sanación, protección e incluso hacer daño a alguien. En la Cueva del Diablo, cerca de la Laguna Encantada, cientos de personas ingresaron por una vereda espesa y caminaron más de 5 kilómetros.
El lugar estaba adornada por veladores, estrellas de cinco picos, quema de inciensos, leños y rezos, y algunas familias completas llegaron para participar activamente en la Misa Negra, otros curiosos sólo se acercaron; una pareja ya estaba preparada para ser untados con la sangre de una cabra.
Fernando Medrano, un estudioso de la magia negra, aseguró que para comenzar el ritual tenía que ofrecer su cuerpo a una entidad llamada Hermano, esta alma es quien habla a través de la materia para comenzar el ritual con los participantes, escuchando sus problemas y curiosidades, poniendo su fe en el reino del inframundo.
Al llegar al momento del sacrificio, la pareja participante se recostó en el suelo, mientras que la madrina de unto talló la sangre en todas las extremidades; ahí permanecieron un rato hasta que fueron liberados para poder limpiarse.
«Para nosotros es como un inicio de fuerza y año, nosotros, como curanderos, destacamos la magia negra, para agarrar fuerza y energía hacia uno mismo y ayudar a las personas, sangre por sangre y vida por vida» explicó Fernando Medrano.