Estreno mundial del documental Ofrenda: Arco Floral a San Rafael Guízar
Un llamado “A Tiempo”
En casi todos los gobiernos estatales en los primeros años del mandato, se han dado los reacomodos urgentes en materia de seguridad, procuración de justicia, y prensa o comunicación social.
En estas áreas en donde se encuentra el pulso de la gobernabilidad y a las que justificada o injustificadamente se les atañe la responsabilidad por todo lo que acontezca en el territorio veracruzano, que siempre ha sido complicado por el alto nivel de conflicto ante el nivel al que se lleva la política con mucha disputa entre los grupos, muchas veces se les aplica justa o injustamente el relevo institucional.
Ahora, el lunes se dio en cobertura mediática por el colega periodista Marcos Miranda, el asunto que puso de nervios de la población y a las propias autoridades estatales, quizás por un hecho natural de una detención inapropiada en una casual confusión “normal” con el caso de la doctora Araceli Serralde, que se resolvió en el momento ante la presencia de ciudadanos en conocido café boqueño y principal centro de reunión de locales y visitantes.
El tema causó escozor entre los mediáticos de todo el país. Por la nota, misma que se reprodujo con o sin el crédito al periodista de televisión antes en Telever y de medios impresos, ahora con su propio medio en las redes de la era del ciberespacio.
En la actuación oportuna del famoso Marmiko, sin duda fue el que dio la pauta a las autoridades estatales pedir la clásica solicitud de disculpa –misma que se debe reconocer como un hecho inusitado– por el asunto ventilado en tiempo real por internet y que los policías ministeriales no pudieron consumar la detención ilegal favorablemente al entrar en razón y solicitarle a la doctora su identificación, quedando sólo y es cierto en tema cotidiano en el asunto de la procuración de justicia.
Los polis y periodistas en el mismo nivel de riesgo con la adrenalina a todo su lo elevado, en las exigencias de uno y de otros por el supuesto “deber” en el caso de los elementos de cumplir con una detención y del colega de informar.
Al final todo llegó a un final feliz por la defensa ciudadana y mediática “a tiempo” y evitar que se consumara por error un ilícito que favorablemente se pudo evitar además por la resistencia de la doctora a sus gritos desesperados de auxilio y dirigir su propio salvataje, “tómenles la foto”.
Los medios de comunicación tradicionales dieron rienda suelta a la información y por lo mismo se reprodujo hasta la mañana del martes en más de medio millón de ocasiones y el periodista aumentó por lo mismo su fama y popularidad en las solicitudes a admisión a sus redes sociales.
Ojala y pronto, los temas de diferencias en materia de prensa se solucionen y no existan más conflictos en ese terreno.
También, en el accionar de los protocolos de actuación de las corporaciones policiacas se atiendan con esmero la protección de los civiles y de los periodistas, para que de una vez por todas se acabe con aquella fría y lapidaria frase del “pórtense bien”. Por lo pronto todo en orden y en donde se vio mal fue el asunto de quien se fijo en la marca de la bolsa de mano y de los zapatos de la señora en el momento seguramente de sentir el mayor peligro en toda su vida. Así las cosas.