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XALAPA, Ver., 14 de julio de 2017.- Por lo menos 30 municipios de zonas serranas de Veracruz, colindantes con Puebla y Tamaulipas, tienen presencia de autodefensas para combatir la delincuencia, afirmó el presidente de la Asociación Nacional de Consejos de Participación Cívica de la República Mexicana, Arturo Mattiello Canales.
Entrevistado en el Congreso local, subrayó que es necesario que ante la ineficiencia de las autoridades en materia de seguridad, la ciudadanía aplique métodos de autodefensa, y se pronunció a favor de que se regrese a la legislación de los años 70, donde negocios y automóviles se consideraban extensiones del domicilio, permitiendo portar armas para defenderse.
«La Constitución es muy clara: todo ciudadano mexicano tiene derecho a poseer un arma en casa para su legítima defensa. Se están modificando los criterios de ley para que la defensa propia ya no genere presión preventiva. Yo creo que en la medida en que avancemos en todo esto, va a ser una manera en la cual los mexicanos vamos a tener mecanismos de autoprotección ciudadana, como nosotros llamamos».
Al respecto, insistió en que no sólo Veracruz, sino que varios estados, registran presencia de grupos armados que están combatiendo la delincuencia desde la ciudadanía, por lo que no se están empezando a armar, sino que ya están armados.
«Hay grupos de rancheros, sin ánimo peyorativo, de gente de campo que está generando, que ya tiene armada toda una estructura de autodefensa para evitar ser víctimas de la delincuencia. Esto ya está fuera de control, podríamos hablar que quizá unos 30 municipios están en una situación donde la ciudadanía ya se ha armado, sobre todo las zonas rurales».
Cuestionado por el papel de Jaime Téllez Marie al frente de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP), expresó que es un buen abogado y un buen hombre, «tenemos que darle un poco de margen, este es un problema que tiene ya 20 años, no vamos a salir en dos minutos, pero insisto, en Veracruz están faltando políticas de prevención».
Reiteró que se ha comprobado que la fuerza para el combate de la inseguridad no ha surtido los efectos que se esperaba, ya que la participación de las corporaciones federales de seguridad no ha bajado los índices delincuenciales.