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VERACRUZ, Ver., 10 de agosto de 2016.- Habitantes de fraccionamientos localizados en la zona norte de la ciudad de Veracruz se manifestaron sobre la autopista Veracruz-Cardel, a la altura del puenterío Grande, para exigir que cese la descarga de aguas negras al afluente y que la Administración Portuaria Integral (Apiver) realice las obras necesarias para que la corriente continúe su curso hacia el Golfo de México, ya que la ampliación portuaria impide su fluidez de un tiempo a la fecha.
La manifestación sobre la autopista inició aproximadamente a las 9:30 horas, mientras que el bloqueo inició aproximadamente al mediodía, en el carril que va al puerto, lo cual provocó que cientos de automóviles, autobuses de pasajeros y unidades de carga quedaran detenidos sobre la vía de comunicación.
Al lugar se trasladó personal de Política Regional del Gobierno del Estado, pero no convencieron a los vecinos de que liberaran la autopista, incluso tampoco hicieron caso a policías federales, ya que demandaron la presencia de autoridades municipales y de Apiver para que se comprometieran a resolver la problemática que denunciaron desde diciembre del año pasado.
Adela Blanco, representante de los vecinos que habitan en fraccionamientos, dijo que las descargas de aguas negras al río Grande representan no sólo un problema ambiental, sino de salud, lo cual se hizo del conocimiento de las autoridades municipales, ambientales e incluso la propia Apiver en diciembre pasado, sin que haya una solución a su demanda.
Indicó que las aguas negras permanecen estancadas en el río Grande por la construcción de bodegas que realizó Apiver, cubriendo cuerpos de agua de ese vaso regulador.
“Está ICA, Geo, Herradura, Colinas de Santa Fe que es Homex, Ponti, están descargando todo aquí, incluso con las bodegas que están construyendo al otro lado de la carretera (zona portuaria) de donde están nuestras viviendas, pues también taparon cuerpos de agua y eso está afectando al río Grande, están provocando un grave problema, estamos muy preocupados no solo por nuestras casas sino porque nuestras vidas están en peligro”, expresó.
Señaló que ninguna de las plantas de tratamiento de los fraccionamientos funciona óptimamente, por lo que las aguas se descargan crudas al afluente, convirtiéndose en un problema de contaminación.
Por último, aseguró que la Procuraduría Federal de Protección Ambiental tiene conocimiento del caso pero no ha atendido el problema que afecta a unas cinco mil familias que habitan en los fraccionamientos ubicados en la zona norte de la ciudad de Veracruz.