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XALAPA, Veracruz, 3 de agosto de 2016.- Aumentar las tarifas eléctricas, la gasolina y el diésel, es el último sablazo para los constructores veracruzanos, afirmó el presidente de la Asociación de Constructores del Estado de Veracruz (ACEVAC), Rafael Núñez Landa.
Agregó que el aumento del combustible influye en los precios porque todo lo trasladan, las casas de materiales tienen un incremento, el acero, el cobre: «nosotros sí lo sufrimos porque nos rebasa nuestros catálogos de precios y tenemos que soportar ese incremento nosotros de nuestras utilidades”.
Al tiempo que lamentó que hasta el momento han cerrado 100 empresas y están por cerrar en lo que resta del año 200 más, señaló que esto es consecuencia de los incrementos, pero sobre todo a la falta de pago por parte del Gobierno estatal y el nulo trabajo, más de 8 mil familias se quedan sin ingresos.
El empresario en el ramo de la construcción, puntualizó que es un golpe más para los constructores, aunque hablar de ellos es hablar de pobreza, de empresarios que no tienen la menor oportunidad de sobrevivir este año.
“Yo he dicho que vamos a cerrar empresas, de hecho más de 100 ya cerraron y el trascurso del año vamos a cerrar otras 200 porque no pueden sobrevivir ya a tanto incremento como es en las gasolinas y la energía eléctrica, pero también no podemos sobrevivir por los impagos del Gobierno del Estado y del Gobierno Federal, esto nos lleva a una ruina total a nuestras posibilidades de subsistir como empresarios”.
Aunque reconoció que pudieron mantener las operaciones de las empresas, primero disminuyeron el salario del personal al 50 por ciento, luego disminuirá la plantilla y después vendrá el despido de los trabajadores.
Sin embargo, destacó que hasta el momento ninguna empresa que ha prescindido del trabajo de sus empleados, han tenido repercusiones laborales, toda vez que se tiene el acuerdo que en cuanto se mejore la situación, regresarán a laborar.
“Les pedimos que comprendieran la situación tan grave que estamos pasando como dueños de empresas debido al impago, a los incrementos y al acoso para el pago de impuestos tanto de la Sefiplan, como del SAT y Seguro Social. Estamos hablando de aquí a diciembre de entre 6 mil a 8 mil trabajadores sin ingresos”, refirió.
Para concluir, indicó que la situación de los empresarios constructores se complicó toda vez que no tienen pago, no tienen trabajo, pero sí obligaciones de pagar en materia de impuestos, pues no pueden dejar de pagar, porque requieren todos sus pagos para poder participar en las licitaciones.