Andi Uriel Hernández Sánchez/Contrastes
En Veracruz se gana con percepciones, no con suposiciones.
La política en Veracruz se observa diferente estando en suelo jarocho que fuera de él. Hay verdades irrefutables que sólo se entienden, quiérase o no, bajo la picardía de un estado que sin duda alguna se cuece aparte. «Es otro País, cualquiera cambiaría varias entidades por Veracruz», dijera un estimado amigo. Y cómo no, si aquí está la tercera reserva más grande de sufragios en México.
Veracruz no decepciona. Desde un inicio «pintaba» para ser la «madre de todas las batallas» en la próxima elección, y sin duda lo es. Es la más vista, la más seguida, la más analizada en medios nacionales e internacionales. No por su blancura, de otra forma ni la atención llamaría. Veracruz es el terreno donde se libra la guerra electoral más sucia, obscura e infiel de las 12 en disputa. Es una telenovela con final estilo «Cuna de Lobos».
Veracruz es la tierra de los audios filtrados, de los videos políticamente morbosos en Youtube, de las campañas sucias en redes sociales, de los personajes multimillonarios, de los sujetos que enriquecieron en pocos años tras pasar por Gobierno; es la tierra donde vivió el Rey Midas que hoy ya no puede convertir algo en oro.
Más allá de los análisis «desde afuera» que muchos expertos puedan hacer, la elección en Veracruz se ganará en Veracruz, no por lo que piensen los medios de comunicación de corte nacional, no por lo que uno u otro columnista creamos sobre Héctor Yunes, Miguel Yunes o Cuitláhuac García. Los comicios se definirán por lo que la mayoría de los veracruzanos piensen de estos tres personajes.
¿Qué es lo que perciben los veracruzanos sobre sus candidatos y el proceso electoral, más allá de los análisis externos?
Primera percepción. La guerra entre los primos hermanos apartir de que salió el tema de la presunta pederastia de Yunes Linares se volvió personal. A los veracruzanos les gusta este tipo de guerra electoral, de descalificaciones, mentira que no la disfruten, aunque en ello se sacrifiquen las propuestas. Esta «sangre» agrada en Veracruz.
Segunda percepción. El candidato de la alianza que encabeza el PRI, Héctor Yunes Landa, sigue siendo el candidato del partido que manda actualmente. Carga, para bien o para mal, con los aciertos o errores del Gobernador Javier Duarte.
Tercera percepción. La elección se cerró. Producto de los diversos escándalos, sean verdad o mentira, la ventaja que tenía Yunes Linares sobre Yunes Landa se esfumó. La visión es que incluso Héctor podría haber rebasado ya por algunos puntos a Miguel, aunque eso siga siendo, en realidad, empate técnico.
Cuarta percepción. Morena ha crecido mucho en Veracruz. El partido de Andrés Manuel López Obrador ha capitalizado mejor la caída de Yunes Linares que el propio Yunes Landa. Tanto el votante joven como el que sufraga por primera vez lo hará, en su mayoría, por Cuitláhuac García. Morena puede rebasar al PAN-PRD y amenazar a la coalición que encabeza el PRI.
Las elecciones se ganan o se pierden por lo que perciben los votantes. Veremos qué percepción domina el 5 de junio en Veracruz.
*Este texto es responsabilidad absoluta del autor.