Denuncian ola de robos en comercios del centro de Veracruz
CÓRDOBA, Ver., 4 mayo de 2016.- Las consecuencias reales por la explosión en la Planta de Clorados III en el Complejo Petroquímico de Pajaritos serán muy severas, debido a que la remediación de un caso como ese está fuera de las posibilidades económicas del país, precisó la especialista en Toxicología Ambiental y Evaluación de Riesgos, Lilia Albert Palacios.
Peor aún, sostuvo que las consecuencias en la vida real serán graves debido a que la remediación de un caso como el de Pajaritos está fuera de las posibilidades económicas de este país.
Al respecto, la autora del libro “México Tóxico” dijo que los daños ocasionados permanecerán en el ambiente durante los próximos 50 años y no sólo en el sitio de la explosión, sino en un radio no menor a 10 kilómetros a la redonda.
Asimismo, la entrevistada puntualizó que la emergencia química ocurrida en el Complejo Petroquímico de Pajaritos es muestra de la falta de mantenimiento, capacitación y la contratación de mano de obra barata, con el propósito de ahorrar recursos, aunque eso signifique aumentar los riesgos.
“Hay falta de mantenimiento, hay falta de capacitación, la empresa dice ‘hay que ahorrar’ y lo primero que hace es vamos a correr a los buenos y vamos a contratar a los que van pasando en la calle y que tienen urgencia de una chamba, eso es Pajaritos, es ahorro, falta de mantenimiento, falta de capacitación”, precisó.
Consideró que la falta de leyes en materia de toxicidad y sobre sustancias químicas peligrosas, incrementan el riesgo para la población, pues solamente existe una Ley de Protección Civil, pero es “letra muerta”.
Prueba de ello dijo, es que nadie ha sido sancionado hasta el momento, a pesar de que autoridades federales como el titular de Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) aseguraron que la nube generada por la explosión no era tóxica porque era de vapor de agua, pero tras la intervención del representante del programa de tóxicos de Greenpeace, Robin Perkins, quien informó que se tomarían muestras por la presencia de dioxinas en la zona de la explosión y que la nube sí era tóxica y había cubierto un área mayor a los 10 kilómetros cuadrados, las versiones oficiales cambiaron de inmediato.
“Cuando se enteraron que tomó Greenpeace muestras y las mandó a ‘Gringolandia’, dicen que no pueden decir que era agua, ahora resulta que ya mandaron las muestras a Estados Unidos y van a sacar que sí hay dioxinas y entonces cambia las declaraciones y dice Profepa que van a ver que esto se estudie. Después sale Cofepris y dice que va a venir a tomar muestras, entonces, ¿por qué ese cambio de un día para otro?”.