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VERACRUZ, Ver., 22 abril de 2016.- El hacinamiento, la corrupción, el tráfico de drogas, la falta de acceso a la salud y la demora en los juicios representan los principales problemas que se registran en los penales del estado de Veracruz, dijo el responsable de la Pastoral Penitenciaria de la Diócesis de Veracruz, Mauricio Jiménez Bueno.
Indicó que ese tipo de problemáticas se generaliza en 90 por ciento de los Centros de Readaptación Social (Ceresos) estatales y precisó que hay excepciones en el Sistema Penitenciario, como los federales, donde los internos tienen posibilidades de cursar estudios incluso profesionales.
Señaló que la distribución de drogas en los Ceresos representa una problemática que toleran las autoridades penitenciarias; “es un problema muy complejo que sobrepasa a toda autoridad, la autoridad penitenciara hace su papel, es loable, es digno, no obstante, es un problema que siempre va a estar rebasado”.
Agregó que el problema que “implica el ejercicio de la autoridad para castigar un delito sobrepasa a la historia de México, entonces es un problema muy añejo, es un problema que no tiene una solución aparente”.
Jiménez Bueno insistió en que la problemática que enfrentan los Ceresos veracruzanos no resulta nueva, sino que se trata de trata de situaciones añejas; en ese sentido, respaldó el informe que publicó la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) sobre la situación de los penales en el país, donde también se incluyó el estado de los que operan en la entidad.
Explicó que la Iglesia católica brinda acompañamiento a quienes se encuentran recluidos en los penales, pues el hecho de que hayan delinquido no los exime de su condición de personas.
“Yo creo que eso no es nuevo ni reciente, cuando el estado, a través de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, legitima algo, pues nos viene a dar la razón a quienes estamos viviendo diariamente esta situación de flagelo en contra de nuestros hermanos, ser delincuentes no los exime de su condición de ser humanos, y creo que la Iglesia se preocupa por el ser humano, a pesar de lo que haya cometido por error”, concluyó.