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ORIZABA, Ver., 21 de abril de 2016.- A 40 días de que el señor José Alexis Rojas López fuera atropellado por un tráiler cuando se dirigía a dejar en la escuela a su hijo en el municipio de Ixtaczoquitlán, la señora Dolores Venegas sigue exigiendo que la aseguradora Quálitas y la empresa “Transportes Don Rodrigo”, ubicada en Tlaxiaco, Oaxaca, se hagan responsables por la indemnización correspondiente.
La esposa del afectado acudió la tarde de este jueves, acompañada por amigos y familiares, a las oficinas de la aseguradora ubicadas en Orizaba, para exigir públicamente que la empresa cumpla con la indemnización total, pues hasta la fecha los gastos médicos generados ascienden a los tres millones de pesos.
Dolores Venegas recordó que el día del accidente su esposo fue ingresado de emergencia al Hospital Covadonga en Orizaba por decisión del personal de la empresa Quálitas y desde entonces permanece ahí, pero la aseguradora se desentendió por completo de la deuda contraída con el nosocomio.
“El problema ahora es con la aseguradora porque me han informado que solamente pagarán tres millones de pesos, el día del accidente se presentó el dueño del tráiler con la representante de la aseguradora, Maribel Acosta, ella decía que la póliza era por cinco millones de pesos y una ampliación de la póliza por daños a terceros, entonces quiero que ellos me cumplan lo que me dijeron, porque al firmarles yo el perdón libero al tipo de toda responsabilidad”.
Sobre la atención médica de su esposo, dijo que hasta hace unos días había enfrentado negativas con el personal administrativo del Hospital Covadonga, pero logró entrevistarse con el director del nosocomio, Felipe Sánchez Ancira, quien le aseguró que el servicio médico seguirá prestándose a su esposo hasta que salga de peligro.
Sin embargo, Dolores Venegas tuvo que firmar un pagaré por 3 millones de pesos, para garantizar el pago de gastos médicos generados hasta ahora por la atención de Alexis Rojas, quien era intervenido quirúrgicamente al momento de la manifestación encabezada por su esposa para determinar si le debían amputar la pierna izquierda.
“Ahorita ingresó a quirófano para ver si el sistema que le pusieron en su pierna está funcionando o habrá que amputarla, y entonces, qué vida va a tener mi marido con 28 años de edad, una pierna amputada, una colostomía, él ya no podrá caminar, mucho menos trabajar, no va a poder hacer absolutamente nada y los responsables no quieren pagar el daño”.